viernes, 30 de diciembre de 2011

Adiós 2011, Aquí estoy 2012.

"El más terrible de todos los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza muerta."
   Federico García Lorca

Como suelo decir, "algo debía saber". Lorca nos enseñó que perder la esperanza significa la muerte de los sentimientos. Corren días terribles para la mayoría de la gente, nos asola una crisis mundial. Una crisis económica, lo sé, pero un mundo que funciona a base de dinero llora cuando su depósito suena hueco.

Mis recuerdos más tristes de pequeño tienen como imagen a mi madre lamentándose por nuestra mala situación financiera. Aún ahora sigue lamentándose por no habernos podido dar lujos vanos de niños, como zapatillas de marca o juegos caros. Por suerte nos llenó de la única moneda que no puede comprarse en el mundo, el amor. Debe ser por estas cosas que odio hablar de dinero.

El dinero es lo más importante de las cosas menos importantes.

Quiero despedir este año mandando un mensaje de esperanza a todos:

-No os desaniméis, los días mejores vendrán, no llueve eternamente.
-Aceptad las realidades, hay crisis, poco empleo, menos dinero y no sabemos cuándo va a terminar, pero por más que os enfadéis no va a pasar antes.
-No perdáis la sonrisa, sólo somos dueños de nuestros sentimientos, nosotros elegimos cómo vivir y con qué actitud afrontar la vida. Incluso en el lecho de muerte se puede elegir si marcharse con una sonrisa o con un dedo levantado. "Perdone que no me levante" dice la lápida de Groucho Marx.
-Dad lo mejor de vosotros. Aunque os parezca que nada de lo que hacéis sirve, creedme, cada pequeño gesto y acto que hagáis con pasión y amor será como un paso más. Quizás sea la chispa que encienda el cambio que tanto anheláis.
-No os llevéis vuestros problemas a casa. Os han quitado la paga extra, un 5% de la nómina, puede que estéis en el paro o creéis que va a haber recorte de personal. Os aseguro que podría ser peor. Podríais volver a casa sin un abrazo caliente, sin una palabra que os reconfortara o sin un hombro donde llorar. Los hombres de verdad necesitan alguien al lado. Puede que seáis millonarios y ni lo sepáis.

Sólo puedo aseguraros una cosa, y es que mañana empezará otro día, y después otro, y al siguiente volverá a salir el Sol. La vida vuelve a empezar cada día, siempre tenemos la oportunidad de volver a luchar, de encarar la vida con valentía y coraje y conseguir todo lo que nos propongamos.

Por más viento que sople, sois una montaña, permaneced impasibles ante la tormenta, un día saldrá el Sol y el tornado se volverá suave brisa. Allí estaremos para disfrutarla.

Hay esperanza, hay vida. Tened ilusión, amad. De eso vive el hombre feliz. La vida es preciosa.

Joan Gallardo. Fuerza, Motivación e Inconformismo.

Feliz año nuevo amigos y amigas. Adiós 2011.
Os dejo como regalo de fin de año una de mis canciones favoritas. "Circus left town" del gran Eric Clapton.
El circo deja la ciudad, no se por qué, pero me recuerda a fin de año. El 2011 deja la ciudad. Disfrutadla.

martes, 27 de diciembre de 2011

Simplificad, sed más felices.

Llegan fechas curiosas, la Navidad ya se ha asentado, en las calles, en nuestros hogares, en los negocios y hasta en las televisiones. Reconozco que estoy disfrutando. Es mi época favorita del año junto con los últimos días de verano.

Aunque creo que no hay nada mejor en esta vida que ser el dueño de nuestros actos y pensamientos, para mucha gente, supone todo un mal trago. No siempre es sencillo aclarar nuestra mente. Y menos aún saber qué camino vamos a escoger, cómo vamos a hacer las cosas y cómo vamos a vivir a partir de ahora.

¿Alguna vez habéis intentado solucionar un problema de matemáticas durante horas y de repente, el más tonto de la clase os ha dado la solución? Sería una conversación de este tipo:

-"¿Cómo demonios se resuelve esta división? Debe haber alguna especie de fórmula dificílícima..."
-"Se hace así, quitándo esa coma y ya está."

Ni fórmulas ni mala baba del profesorado. Sólo un nudo que yo mismo habría atado fuertemente asumiendo que no era posible que algo tuviera una solución tan evidente.

Esto suele darse con frecuencia en la vida. Nos colocamos decididamente frente una pared de hormigón y empezamos a propinarle una buena serie de cabezazos para atravesarla cuando a medio metro hay una preciosa puerta abierta. Me viene a la mente la típica escena peliculera donde un chico juega al ajedrez y no puede pensar con claridad entre tantas piezas. El maestro le mete un meneo al tablero despejándolo de peones, alfiles y otros nombres que no sé que significan. Me parece toda una alegoría de la toma de decisiones de la vida.

Si cojo esta idea y la plasmo en estos días no puedo evitar pensar en la gente preocupada por su figura y que va a dejar pasar estas fiestas entre ansiedad, tristeza, debilidad y remordimientos.

También pienso en esas personas que están deseando pedir perdón y no se atreven por mil razones inservibles que por desgracia se anteponen ante el valor de dicho gesto. "Perdóname, lo siento mucho." Pienso que sólo hay una frase más sincera y llena de desdicha que esta frase. "Claro que te perdono."

Son unos días inmejorables para pedir perdón y para perdonar.

"Te quiero". Se me erizan los pelos de todo el cuerpo al escribirla. ¿Cuánto tiempo hace que no lo decís? No hablo sólo de decírselo a la pareja. ¿Os acordáis de vuestros padres, hermanos, amigos o hijos? Muchas veces dejamos que nuestro ego, orgullo y rencor hablen por nosotros. Malos compañeros. Malas amistades.

Seguro que deseáis pedir perdón, perdonar o decir "te quiero" a alguien. No perdáis ni un día.

Un pensamiento simplificado suele ser el ideal. Sólo cuando empezamos a pensar demasiado, y sobre todo, solamente cuando nos cargamos de razonamientos erróneos e inútiles, torcemos el camino, lo predisponemos de piedras donde tropezar, donde caer. Nosotros mismos. Por nuestra culpa. A muchas personas les suceden desgracias por sus propias malas decisiones y malos razonamientos.

Nuestra mente dominará nuestros acontecimientos.

-El perdón nace del alma generosa. (Maquiavelo)

Os dejo una de las canciones más bonitas que conozco:
Forgive me, Let live me
Set my spirit free
Losing, it comes in a cold wave
Of guilt and shame all over me
Perdóname, déjame vivir
Libera mi espíritu
Perder, viene en una ola fría
Que me empapa de culpa y verguenza

martes, 20 de diciembre de 2011

Reflexión y Análisis

"La sombra no existe; lo que tu llamas sombra es la luz que no ves."
Henri Barbusse (1873-1935) Novelista francés.
 
El año que vivimos se apaga. Muere. Nos deja atrás y nos mira con los ojos llenos de lágrimas. Como una vez miramos a quien nos rompió el corazón. Amores juveniles, amores ruines. A veces tengo la sensación de que el mundo espera mucho más de lo que hacemos. Nos predispone de las herramientas necesarias, pero no logramos contentarlo.
 
Que levante la mano aquel que no ha sentido como de nuevo un año se les escapó de entre los dedos. Yo sí lo he sentido. "Un año más a la basura, no he conseguido nada". Seguramente me sucedió porque no fui capaz de regalarme un momento de análisis y reflexión. Si hubiera sido capaz de analizar las causas de mis errores, seguramente no habría caído de nuevo en ellos, de igual forma que alguna vez me faltó una gran reflexión sobre los motivos que me llevaron a no realizar dicho análisis.
 
Seguramente muchos de vosotros habéis fallado este año en algo. "Al final no he conseguido ponerme en forma". "Un año más y sigo siendo una gordita". Por desgracia, toco de cerca el daño emocional que provoca un complejo físico. Y de verdad, siempre me ha entristecido mucho ver cómo un aspecto físico poco cuidado retuerce la felicidad de un ser humano. "Me doy asco", "me cortaría esta barriga con un cuchillo", "me daría una paliza", "soy un gordo de mierda". Yo he oído muchas veces estas frases. Me taladran el corazón.
 
Es el momento de ser justos con vuestras vidas. De regalaros la oportunidad de empezar de nuevo. Un nuevo año se acerca y siempre podéis borrar lo que no queréis recordar. Pero antes, pensad en las causas de vuestro fracaso del 2011. Sin hacer ese ejercicio de auto-crítica y retro-análisis, volveréis a fracasar.
 
No hay problema sin solución como no hay invierno sin primavera.
 
Ahora toca reconocer nuestras faltas como también toca felicitarnos por nuestras mejoras. Si este año no habéis sido capaces de hacer dieta pero sí que habéis hecho del entrenamiento una rutina seria estáis de enhorabuena, este nuevo año sólo debéis mejorar una cosa. Despacio. El que pasó de saltar charcos a saltar ríos murió ahogado.
 
Todos podemos llegar a conseguir lo que deseamos, te lo digo a tí, que hace diez años que te sobran 10 kilos y sigues sin intentarlo con todas tus fuerzas. Te lo digo a tí que miras torsos musculados con una envidia que sólo consigue llenarte de rabia cuando debería rebosarte de motivación. Te lo digo a tí, que miras vídeos de competiciones culturistas pensando que jamás podrás conseguirlo. Tengo buenas noticias, no existe el término imposible, sólo existe el posible que aún no se ha alcanzado.
 
No más años perdidos, que la próxima vez que nos abandone lo haga con una sonrisa de orgullo.
 
Joan Gallardo. Fuerza, Motivación e inconformismo.
 
"Lo imposible es el fantasma de los tímidos y el refugio de los cobardes."
Napoleón - ¿Cobardes o valientes? Tenéis la última palabra.

Espero que hayáis dejado más amor del recibido este año 2011. Es la única divisa que debe abundar.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Sobrevivir al mantel de la Navidad

“Navidad es la época en la que todos quieren que se olvide su pasado y se recuerde su presente.”

Esta cita salió de los labios mal-pintado de Phyllis Diller, una de esas actrices mayores que nacieron con una boquilla de cigarrillos larga y negra. De esas señoras que parecen haber vivido algunos años y siglos de experiencias.

La Navidad es un gran momento para empezar de nuevo, y una mejor ocasión para comenzar peor que nunca. Muchos de nosotros nos hemos propuesto imposibles al finalizar estas fechas “En año nuevo me voy a poner en forma y voy a perder 30 kilos para verano”. Esta frase suele convertirse en un “En enero hace demasiado frío y además, aún queda mucho para el calor.” Como termina la historia ya lo sabemos. Yo lo sé, termina con otro año perdido donde nuestras promesas terminan con las costuras de nuestros vaqueros y agujerean nuestros cinturones.

Parece ser un bucle perpetuo.

¿Dónde está el error? En mi opinión, en los principales enemigos de la humanidad, las prisas y la impaciencia. Si la humanidad hubiera sido más paciente y no tuviera tanta prisa, los coches no superarían los 90 km/hora y no habría tantos accidentes. O por ejemplo el montaje del alunizaje no habría sido tan cutre. ¿Qué no fue un montaje? Qué malicioso soy.

Tendemos a marcarnos un objetivo siempre demasiado ambicioso, la ambición es buena en personas capaces y con mucha fuerza de voluntad. Si no creéis pertenecer a este grupo de privilegiados, aceptad vuestro potencial, y adaptaos a vuestro máximo, siempre digo que cuando se pide más de lo que uno puede dar, se emprende un tenebroso viaje hacia el fracaso. Si mi coche no pasa de 120, no pretenderé ir a 140.

Se acercan las grandes comilonas de Navidad, inevitables en cierto modo. Y, de hecho, no tenéis por qué intentar evitarlas, es el momento de compartir mesa con nuestras familias. Risas y bocados. Para una persona que se pasa un día entero cocinando, le llena de orgullo ver caras de satisfacción tras saborear los platos que tanta ilusión y esfuerzo han costado. No seáis desagradecidos. Comed, no hay nada que no pueda solucionarse después.

La clave está en ganarse esas comilonas, lo que no puede ser es que empecemos a comer como animales de granja día 23 de diciembre y terminemos de zampar el 7 de enero. Podéis hacerlo si no os importa ganar 6 kilos de grasa. Aspirantes a Papá Noel.

Un buen objetivo es terminar las fiestas con dos kilos más de vuestro peso actual, un peso que puede recuperarse en dos semanas tras las fiestas. Las calles de las grandes ciudades están repletas de luces y de megáfonos corales (menos en mi pueblo, maldita hosca Navidad manacorina), tal ambiente debería animarnos a pasear más de lo normal, caminar supone un gasto de 200-300 calorías por hora. Nunca el cardio será tan bucólico como ahora, aprovechad.

Recuerdo que cuando era pequeño, relacionaba la Nochebuena con la visita a los abuelos a la hora de cenar. Aún puedo oler el chocolate fundido que preparaba mi abuela, lo servía tan caliente que los cristales de su pequeña cocina se empeñaban. Un goloso empedernido casi no cenaría reservándose para tal postre. Nosotros deberíamos cenar fuerte de los pescados, carnes y mariscos típicos para no acabar sucumbiendo a los placeres sucios del azúcar. Sería el Grinch, el compadre del michelín. Recordad que incluso lo más dulce, en exceso, puede amargar. Y encima puede despertaros al día siguiente con un kilo más de remordimiento. Cuidado.

En fin amigos, la Navidad es para disfrutar, soy el primero que prohíbe a sus clientes obsesionarse con la dieta en estos felices días, de hecho no suelo pesar a la mayoría de ellos hasta la segunda semana de enero. Pero sed comedidos, moveos, comed con cabeza, id de compras a pie, cortad leña para la chimenea, fregad los platos, en definitiva, quemad esas futuras calorías venideras. Ganaos el Suchard.

PD: Para los que suelen arrepentirse: “Nunca es tarde para el arrepentimiento y la reparación.” Charles Dickens.
Joan Gallardo. Fuerza, Motivación e Inconformismo. Feliz Navidad.
Os dejo, la que es a mi juicio, la melodía más hermosa jamás compuesta. Últimamente suena en un anuncio de televisión, pero nadie será capaz de corromper una celesta caída del cielo como esta.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Hay Cosas Intocables. Entrada Ácida.

Llevo unos días muy disgustado, enfadado e indignado.

La economía y la política nos han robado la Navidad.

Mi hijo tiene casi dos meses ya (debo buscar canas en mi cabeza, el tiempo es insultantemente rápido, maldita sea), y hace una semana pensé en darle un paseo por el centro de mi pueblo para que pudiera ver las luces de Navidad, sé que me hacía más ilusión a´mí que a él, pero el plan era perfecto en mi cabeza.

De repente mi madre me espetó un sórdido "Este año no hay luces". Mi cara se congeló, "¿Cómo? Eso es imposible". Tuve que pasar con el coche para creérmelo, empiezan los recortes económicos para reflotar en país, y estos empiezan por el espíritu navideño. Olvidáos de tardes de compras rodeados de gente con la cara iluminada de ilusión, alegría y bombillas de bajo consumo. Ya no es suficiente, a partir de ahora deberemos alumbrar con los mecheros la cabalgata de los Reyes Magos, aunque quizás, para ahorrar, recorten un poco más el presupuesto y en lugar de Baltasar, Melchor y Gaspar desfilen los 3 últimos integrantes de los casi 5 millones de parados del país.

Me parece que si empezamos a recortar por algo tan inocente, alegre y jovial como es la Navidad, vamos a acabar arrancando los árboles y plantas de las calles, porque hay que mantenerlos. Eso sí, la taza del water del político seguirá siendo de plata.

Se me ocurren mil soluciones para no amargar las únicas fiestas puras del año, las únicas que sacan lo mejor de cada uno, esas en las que te despiertas y todo huele mejor, donde sólo quieres dar abrazos, besos y guiños de ojo a diestro y siniestro.

¿Por qué no pagan las luces con el 2% del sueldo de cada político de lo que dure su legislatura?
¿Por qué no las encienden al menos de las 19h a las 23h? (No sé porque tienen que estar encendidad a las 4 de la mañana, ah perdón, es que aquí nadie se acuerda de los gatos callejeros)
¿Por qué los comerciantes no son un poco más avispados y adornan ellos las fachadas de sus tiendas?
¿Por qué, como mínimo, no encienden las luces en Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año nuevo y el Día de Reyes?

¿Qué demonios le pasa a esta sociedad? ¿Dónde está el burdo populismo del político? Me da que si esto fuera Estados Unidos, antes que quitar una sola luz, aparecería un alcalde diciendo "Tranquilos, YO pago todas las luces, ¡la Navidad no se toca!"

Las cosas no valen el precio que poseen. Valen lo que uno siente.

Esta Navidad habrá que buscar luz donde la valoren, Ebenezer Scrooge ha vuelto, y de muy mala gana.

Si Dickens levantara la cabeza, se metería de cabeza en la tumba.


Perdonad la licencia de esta entrada, que nada tiene que ver con el Blog, pero no podía permanecer callado ante esta locura.

martes, 29 de noviembre de 2011

Caminar sin saber qué zapatos llevas.

Un estudio de Lewis Terman de 1921 en la Universidad de Stamford sobre 1528 niños superdotados reveló que hay tres factores más importantes que la mera inteligencia cuando se trata de los logros: la seguridad, la perseverancia y la tendencia a definir objetivos.
¿Qué sencillo verdad? “Definir objetivos”. Algo tan simple como saber para qué nos levantamos por la mañana. Para qué vamos a trabajar. Para qué nos peinamos y nos vestimos bien. Para qué vamos a entrenar. Para qué intentamos hacer dieta (y digo intentamos). En definitiva, qué diablos hacemos aquí. Pues bien, algo tan sencillo como saber qué rumbo tienen nuestras acciones es algo casi inaudito en las personas. Recuerdo una vez, hace años, tendría yo unos 20, cuando después de horas clavando grapas en un sofá, me di cuenta de que era muy joven y ya me encontraba haciendo algo que no me gustaba. Me pregunté, ¿Por qué estoy haciendo esto si no me gusta? Sentí tal angustia que acabé en urgencias sometiéndome a un electro-cardiograma.
Existe una película, llamada “Trabajo basura”, que habla sobre ello. En un gran momento del film, el protagonista le comenta a un amigo que si fuera millonario, lo único que desearía hacer es estar tumbado todo el día en el sofá mirando la tele. El amigo le contesta que para hacer eso no hace falta ser millonario. Este hombre no conocía su rumbo, por lo tanto, no podía ni dar un solo paso con sentido. Tenía la utopía de la felicidad como algo inalcanzable y sin embargo la tenía al alcance.
De repente el frío del otoño ha cubierto nuestros huesos de fina escarcha, y nos hemos dado cuenta de que ya no va a volver a hacer calor. La verdad suele ser fría dicen. Observo cómo muchos clientes ya no hacen dieta con el mismo fervor que en junio o julio. Normal. Capas de ropa difuminan nuestra figura, no hay urgencia, no hay amores sueltos que impresionar. Ya no se depilan.
¿Os sucede que ya no podéis seguir la dieta a raja-tabla? ¿El cardio es una odisea por los lares de Dante? Repito, es normal. Lo  que no es normal, es querer dar más que lo que la lógica permite, simplemente no es el momento. ¿Os cuento mi rumbo? Allá voy:
Después de 4 meses de preparación, me he propuesto seguir comiendo sano, pero sin privarme absolutamente de nada de lo que me apetezca, y esto no quiere decir tragar como un desagüe. Quiere decir que cada día como fruta, carne o pescado, verduras, pan, tubérculos y cereales. De toda clase. Y sobre todo, si quiero ir a cenar fuera algún día, voy, sin remordimientos, porque es el momento de hacerlo. ¿Entreno? Sí, más que nunca. ¿Por qué? Porque sin una dieta que no permita un crecimiento muscular, ahora es el momento de mejorar. ¿Que puedo coger un poco de grasa? Sí, dos raciones por favor.
Es el momento de disfrutar de todo, de la Navidad, de entrenar duro, de pasear, de comer lechona y de comer pollo a la plancha, de comer turrón y de ponerle sacarina al café.
Mi rumbo me dice que voy hacia un día feliz tras otro, y no hay mejor forma de ser feliz siempre que intentar serlo día tras día. Definid vuestro rumbo y sabréis, al menos, que calzado poneros.
Yo sé por dónde camino, hacia donde voy y cómo tengo que hacerlo.
Muchas personas que anhelan la inmortalidad no saben qué hacer una tarde de domingo lluviosa.
Joan Gallardo. Fuerza, Motivación e Inconformismo.
Hablando de caminar sin rumbo, aquí tenéis a Chris Martin, antes de que el dinero corrompiera una buena banda de música.

martes, 15 de noviembre de 2011

“¿Por qué mi alma se siente tan mal?”

¿Alguna vez os ha dolido el alma? A mí sí.

Varios estudios han demostrado que el dolor emocional acaba afectando a áreas fisiológicas de nuestro cuerpo. Es decir, un corazón roto puede acabar en depresión, y una depresión en una anemia, y una anemia en una leucemia, y una leucemia puede poner un amargo punto final a una vida.

Sé que acabo de sonar muy dramático, lo sé. Pero no acabo de hacer ciencia-ficción, el mundo está lleno de estos casos. Siempre digo que si nuestra cabeza no está bien, no merece la pena empezar nada, será como intentar solucionar una operación matemática utilizando un diccionario.

Lo vivo día a día con mis clientes de entrenamiento personal, antes de empezar con una persona un plan de adelgazamiento o de musculación, mi primera tarea es averiguar su estado emocional. Tengo que conocer, en primer lugar, por qué ha decidido ponerse en forma, si el motivo es un desamor, el fracaso está asegurado. Si en cambio, la razón tiene que ver con algún propósito de auto-superación, he llegado a ver transformaciones espectaculares. Mi segunda tarea es intentar elevar sus aptitudes mentales mediante un trabajo psicológico, la mayoría de veces a base de refuerzos positivos “muy bien, sigue así, estoy orgulloso de tu trabajo”, y otras veces no me queda más remedio que darle una buena colleja, incluso debo ponerme en la piel del sargento de artillería Hartman (La chaqueta metálica) y soltar alguna burrada del tipo “esto es una mierda.” Hago lo que debo hacer para llevar a mis clientes donde ahora no son capaces ni de soñar.

Como entrenador personal, de lo que me siento más orgulloso no es de los kilos de grasa que alguien pierde o de los kilos de músculos que el otro gana. Me siento terriblemente orgulloso de los cambios mentales, emocionales y psíquicos de mis clientes. Recuerdo a bote pronto, el chico que una vez entró en el gimnasio con la cabeza gacha y que después de 8 meses era el rey de las discotecas y se tenía que sacudir las chicas de encima. Recuerdo esa señora con depresión que al cabo de 5 meses vi arreglada, maquillada y perfumada bailando en el salón de un restaurante. Recuerdo la carta de agradecimiento de un cliente asegurándome que, de no ser por mí, habría vuelto a caer en las drogas. La verdad es que estas cosas me abruman, no quiero pensar que mi influencia puede ser tan alta porque supone mucha presión sobre cada gesto o palabra que digo o hago, pero a la vez pienso “no pasa nada, si alguien puede manejar esa presión, soy yo.”

Os recomiendo que si alguna faceta de vuestra vida está empezando a afectar a vuestro estado de ánimo, os olvidéis del resto de esfuerzos vanos que hacéis al día y os centréis en solucionarlo. Porque la tristeza, el desánimo, la desmotivación, la depresión, la desidia e incluso la pereza son el virus real de la vida, capaces de bloquear cualquier intento de disfrutar de nuestra existencia. Y yo os aseguro que sé de lo que hablo, porque ya he estado ahí. Y la vida es maravillosa, no concibáis otra forma de vivir que no sea la de pasar todo el día haciendo cosas, disfrutar de nuestros trabajos (si no os gusta, ¡pasaos el día buscando otro!), paseando, jugando, riendo, entrenando, hablando, cantando, bailando o saltando. Como queráis, no hay normas al respecto. Simplemente vivid, no existáis.

Joan Gallardo. Fuerza, Motivación e Inconformismo.

miércoles, 12 de octubre de 2011

¿Qué valen las cosas? Lo que yo quiero

El dinero y el tiempo son los dos peores inventos de la historia. Sí, el tiempo es un invento, hasta que no se inventó la manera de medirlo sólo existían los días, no sabíamos lo que era una hora. Pensadlo, me imagino dentro de poco jugando con mi hijo durante horas, para mí, serán un suspiro, sin embargo su espera, de días, se me está haciendo eterna.
Con esto quiero decir que podemos llegar a tener tanto control sobre nuestras vidas, que términos como riqueza, pobreza, estrés, aburrimiento o desesperanza pueden  ser tan maleables como una bola de plastilina sobada.
Un muy buen amigo me dijo una vez en la terraza de un chiringuito de verano: “Tío, si la coca-cola costara 10000€ la botella, sería la bebida principal de las fiestas de los ricos.” Fue un comentario, aunque no lo parezca, muy profundo.
Quizás si nos paráramos a pensar en el valor subjetivo de las cosas, las apreciaríamos más. Hoy es la primera media hora en la que realmente no tengo nada que hacer…desde hace tres semanas. Poder sentarme a escribir tranquilamente, aunque sólo sea un momento, es algo que me llena de energía y felicidad, esta media hora vale mucho, unos 200€.
Si el dinero fuera un valor bursátil y se pudiera adquirir en las tiendas, yo invertiría. Sólo los que no tenemos mucho tiempo libre sabemos cómo disfrutarlos. No dejéis que los días de vuestra vida pasen volando, cada segundo que pasa no volverá a repetirse jamás.
Bueno, mi media hora ha terminado y tengo un cliente calentando en la cinta, su tiempo también vale dinero, no seré yo quien se lo robe.
Un abrazo muy fuerte. Fuerza, Motivación e Inconformismo.

El próximo día 22 a las 18 horas en el Teatro Municipal de Vilafranca de Bonany podréis verme en la 5ª Edición del Vilafranca Bodybuilding Show. No os lo podéis perder, adquirir vuestra entrada anticipadamente en el XS Fitness Club o contactando conmigo.

viernes, 7 de octubre de 2011

El Poder de Cambiar las Cosas


Hoy ha sido un gran día en el trabajo, duro, como todos, pero feliz, como siempre.

Cada vez que veo evolucionar a mis clientes, tanto a nivel físico como mental, las horas de entrenamiento personal, las horas rebanándome los sesos elaborando dietas y rutinas, las interminables charlas y sermones se vuelven en una mera brisa sin importancia. Cuando veo la ilusión y la gratitud en los ojos de un cliente, todo mi trabajo se ve recompensado en algo que el dinero no es capaz de epitomizar.

El aspecto físico huye de lo superfluo ya que vivimos con él, nos presentamos con él y trabajamos con él. La hipocresía nos dice que lo importante no es el físico, yo digo que lo IMPORTANTE Y VITAL es estar cómodo y feliz con nuestro cuerpo y hacer que actúe como un proyector de nuestra personalidad, mejor, como un amplificador de nuestra persona.

Lamento muchísimo cuando un cliente no ha sido capaz de cumplir los objetivos de la semana, me afecta, no me enfado, pero reconozco que me frustra. Quizás por eso mi status como entrenador personal es el que es, porque pongo sentimiento en lo que hago, corazón.

Cuando me pongo a repasar mis mayores logros como profesional, me acuerdo sobretodo del cambio de mirada de mis clientes, el cambio brutal experimentado en su seguridad, ambición, ego y confianza. Uno de los casos que guardo con más cariño es el de Toni, un joven que entró avergonzado en el gimnasio con más de 120 kilos. 8 meses después y 5 clases personales a la semana dieron como resultado un tío seguro y capaz de cambiar la luna de sitio con un nuevo cuerpo de 76 kilos. Me regaló un fin de semana en Barcelona para ver el Barça-Madrid. Siempre guardaré esa gratitud en lo más profundo de mi memoria y corazón.

Tengo un trabajo que me permite ayudar a cambiar la vida de las personas, aunque sea en parte, quizás en una mínima, ya me realiza más que otras futilidades innecesarias de la vida.

Tenéis el poder de cambiar las cosas, tenéis la capacidad y la aptitud, sólo necesitáis la actitud.

Joan Gallardo. Fuerza, Motivación e Inconformismo.



Os dejo un video a poco más de 3 semanas de la primera gran cita.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Somos lo Mejor que Tenemos

No os congratuléis demasiado, pero tampoco os castiguéis.

El ser humano no tiene término medio, cuando alguien me dice que las cosas son siempre o negras o blancas, siempre les contesto que a veces, pueden y deben ser de un gris maravilloso. Día a día nos enfrentamos a situaciones que requieren de una serie de acciones necesarias para superarlas, y no nos damos cuenta. Si pudiera andar a vuestro lado todas las horas del día, os diría “¡bien, bien, así!” al veros subir las 8 bolsas de la compra a la vez hasta el segundo piso sin pasar por el ascensor. Me gustaría daros una palmada en la espalda cada vez que cumplís con vuestra agotadora jornada laboral. Desearía levantar el pulgar a esas madres que después de trabajar 7 horas, son capaces de tener preparada la cena antes de ir a buscar a los niños al entrenamiento. Pero no puedo, así que os debéis una enhorabuena, no infravaloréis vuestros pequeños triunfos.

No quiero decir que hagáis una fiesta cada vez que sois capaces de vencer a la pereza y completáis un gran entrenamiento, pero sí que quiero que salgáis por la puerta con una sonrisa de orgullo y satisfacción y penséis “lo he vuelto a hacer, un entrenamiento más, bien”. Cuando mis clientes terminan un entrenamiento, les doy la mano y les doy la enhorabuena, porque se lo merecen. Soy un entrenador duro, soy capaz de averiguar dónde está el umbral de la capacidad de cada persona, y os aseguro que llego hasta el, y junto a mí, ellos. Y se dan cuenta, por eso se merecen que alguien les diga lo que acaban de lograr.

¿Cuántas veces hemos tenido un jefe que sólo nos hablaba para recriminarnos nuestros fallos? ¿Cuántas novias o novios hemos tenido que sólo eran capaces de recordar la última vez que fregasteis los platos pero eran incapaces de recordar que la noche anterior habíais cenado en el restaurante favorito del otro? El ser humano suele tener devoción por prestar atención a las cosas malas, la misma que tienen por obviar lo bueno.

Pues bien, por suerte, nosotros somos lo mejor que tenemos, y nadie debería querernos nunca tanto como a nosotros mismos. Aquí tenéis una serie de ejemplos de autopiropos:

Tengo una gran fuerza de voluntad porque soy capaz de ir a entrenar 4 veces a la semana después de haber trabajado 7 horas.

Soy generoso porque cuando llego a casa ayudo a mi mujer a preparar la cena.

Soy inteligente porque soy capaz de llegar a fin de mes a pesar de que mi sueldo no sube y los precios no bajan.

Soy fuerte porque tengo el doble de problemas que los demás, pero hago que me afecten la mitad.

Soy seguro porque no temo lo que está por venir, porque sabré cómo solucionarlo.

No estaría nada mal que por lo menos, una vez al día os dijerais algo bonito, miraos al espejo y decidlo bien alto y claro. Que no os dé vergüenza, no hay nadie más.

Ya sabéis, si la próxima vez que dejéis pasar a una señora en la cola del súper, no os dan las gracias, pensad “soy tan buena persona que no necesito su agradecimiento, soy la leche.”


Video posando a 5 semanas de mi primera competición de 2011

Joan Gallardo. Fuerza, motivación e inconformismo.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Esfuerzo y Sinceridad

Imaginad que siempre habéis soñado con ser escaladores, con tener la capacidad de subir empinadas laderas congeladas para llegar a cimas donde contadas personas han sido capaces de disfrutar de las vistas divinas que otorgan como premio. No sabéis con certeza si algún día seréis capaces, pero tenéis ese sueño como meta. Pasáis años reuniendo conocimientos, fuerza, valor, motivación, material de alpinismo, ropaje de abrigo, entrenáis, empezáis a subir la montaña más grande de vuestro pueblo, de la comarca, de la comunidad… Hasta que un día os decidís, “me voy al Everest, estoy preparado”.

Al llegar a pie de la montaña, levantáis la mirada, y no sabéis distinguir el pico del horizonte, sabéis que va a ser complicado, muy complicado, pero estáis decididos. Vuestra meta es llegar arriba, como sea. Pues bien, justo al dar el primer paso, aterriza a escasos metros un súper-helicóptero y el piloto os propone llevaros hasta la cima.

El fin sería el mismo. ¿O no?

Jamás tengáis prisa por lograr vuestros objetivos, disfrutad del proceso como el alpinista disfruta de la escalada. Sentiros orgullosos de cada paso hacia delante que deis y no os castiguéis demasiado por cada paso atrás que toméis, siempre que sea para poder dar dos hacia delante. Suelo ver como mis clientes se impacientan por llegar a su condición física ideal, me lo tomo como un halago, es como un hombre que se impacienta por saber cuándo llegará a ser millonario, porque SABE que llegará a serlo, de la misma forma que mis clientes SABEN que llegarán hasta donde se propongan. Disfrutad del camino de vuestros proyectos importantes, sólo así sabréis valorar sinceramente la magnitud de vuestro esfuerzo.

Esfuerzo, ¿os planteáis alguna vez las ocasiones en las que realmente os habéis esforzado? Por suerte, las mejores cosas de la vida se consiguen a base de un gran esfuerzo. Recordad ese examen que suspendisteis, ¿estudiasteis lo  suficiente? Recordad esa relación que no funcionó, ¿realmente lo disteis todo? Recordad esa vez que intentasteis poneros en forma, ¿fuisteis lo suficientemente constantes y disciplinados? Sed sinceros y hallaréis la respuesta. No hay metas imposibles, sólo esfuerzos vagos.

Baltasar Gracián, uno de los escritores españoles más ignorados decía que “Una habilidad mediana, con esfuerzo, llega más lejos en cualquier arte que un talento sin él.”

Así que, por una vez, dad a vuestras vidas el regalo del sincero esfuerzo, conseguiréis cosas que jamás podríais llegar a imaginar.


El esfuerzo supera a la capacidad

martes, 20 de septiembre de 2011

Sed Justos.

De todos los atributos y rasgos que puede poseer el ser humano, el sentido de la justicia es, en mi opinión, el más importante, el más global, el camino a seguir en la vida, Justicia.

Pocas sensaciones nos entristecen más que un acto injusto hacia nuestra persona. Creo que todos recordamos ese momento, donde entre lágrimas nos lamentábamos de algo injusto balbuceando un quebrado “no es justo, no es justo”. La amargura que nos provoca una injusticia es algo que no tiene comparación, es la mezcla de la impotencia y la angustia sazonada con ácida amargura.

Os voy a contar un cuento…

Un día, un niño entra en la oficina de su padre, donde la secretaria le recibe. El chico, debe pedir permiso para entrar a ver a su padre. La secretaria, a través del interfono, le dice al padre que su hijo espera, por el altavoz se escucha un hastiado “Bueno, que pase, rápido.”

El chico entra con cara triste, antes de que pueda coge asiento, el padre, sin levantarse de su silla, le dice:

-¿Qué pasa? ¿No la habrás liado en el cole no?
-No papá, es el abuelo.
-¿Qué demonios le pasa ahora? No creo que sea grave, si no me habrían llamado del asilo.
-No le ha pasado nada, simplemente me ha dicho que tiene frío ahí, pide por favor que le compremos una estufa.
-¿Una estufa? He estado en el asilo y hace buena temperatura,             que no se queje tanto, que me estoy partiendo el lomo para que esté en esa residencia que me cobra un dineral cada mes.
-Papá, acabo de estar con él, y hace frío, además, el abuelo es mayor y casi no puede moverse, es normal que tenga frío.
-¡Ni hablar! Que se la compren los del asilo que para eso les pago. Cómprasela tú de tu paga si tanto te importa.

El niño sin decir ni una palabra más, sale del despacho con los ojos empapados, pero con los dientes apretados.

Al llegar a casa, el padre observa al chico sentado en una alfombra con una manta en una mano y unas grandes tijeras en la otra, ya ha cortado un gran pedazo. El padre le dice:

-¡Pero qué demonios estás haciendo!
-Se llama anticipación.
-¿Anticipación? ¿Qué estás diciendo?
-Sí papá, me estoy anticipando al futuro, estoy cortando media manta para el abuelo, necesito la otra media.
-¿Para ti?
-No papá, la otra media manta es para ti cuando te hagas mayor.

La justicia debería ser el combustible que moviera el motor del mundo, no sólo en las grandes cosas como los gobiernos, mercado bursátil, energía o en las guerras. Todos podemos empezar a ser justos en nuestras acciones en nuestro día a día, en cómo tratamos a lo demás y en cómo nos tratamos a nosotros mismos.

El gran Víctor Hugo siempre decía que es fácil ser bueno, que lo complicado es ser JUSTO.

Joan Gallardo. Fuerza, motivación e inconformismo.

lunes, 19 de septiembre de 2011

¿Habéis tenido nunca la sensación de levantaros temprano y notar como la energía os sale por las orejas? ¿Esos días que seríais capaces de levantar un camión grúa con la mirada? Seguro que sí. Son los días extra, esos momentos de motivación inesperada, de positivismo insultante, donde todo parece bonito, donde los atascos no molestan porque coinciden con esa canción que tanto os gusta que acaban de poner en la radio, donde si hace Sol es fantástico y si llueve también porque le veis el encanto bucólico a los días mojados.


A 7 semanas de la
primera competición.

Casi todos mis días son así, no diré que siempre porque odio la mentira. No importa la frecuencia actual de vuestros días extra, lo importante es que podéis aumentar ese ratio, que lo raro sea que tengáis días malos. Demasiada gente se mueve por el mundo sin ganas, huid de ese grupo. Hoy puede ser un gran día, y mañana, puede ser mejor que hoy.

Me encanta levantarme temprano de la cama antes de que el despertador suene dos veces, dar un salto, una palmada bien fuerte y decir en voz alta “¡VAMOS! Hoy va a ser un gran día”. Sí, a veces me dan pequeños ataques de locura motivacional.

Debéis encontrar la forma de hacer que el día a día sea especial, incluso en el trabajo, no dejéis que la semana real se limite al sábado y al domingo. ¿Por qué no salir a tomar algo o a cenar un miércoles? No me digáis que es porque al día siguiente se trabaja, los lunes se trabaja y suelo ver los restaurantes llenos el domingo por la noche. Cada día puede ser el mejor día de vuestras vidas, y así sucesivamente hasta el fin de nuestras afortunadas vidas. ¿Qué bonito sería irse a la cama cada noche pensando que al despertar el día va a ser mejor que el anterior, que ya fue “la leche”, ¿verdad? Está en vuestras manos.

¿Sabéis? Siempre que me sucede algo inesperado, o malo, como queráis, me digo “si esto ha sucedido, es porque algo mejor va a pasar, esto tenía que suceder por alguna buena razón”. Y a mis 27 años, siempre he acertado. No os enfadéis con el destino, simplemente entendedlo como quién entiende a unos padres, no siempre hacen lo que deseamos, pero siempre acaba siendo por un bien.

Hoy va a ser un gran día, y si no lo es, mañana tendréis una nueva oportunidad.

Lo mejor de todo es que siempre habrá un nuevo día. Un día extra.

Un fuerte abrazo.

Joan Gallardo. Fuerza, motivación e inconformismo.
Os regalo esta canción de Kings Of Leon, su primera línea dice
"Quiero decir que aquí estoy yo y voy a cambiar el mundo"

martes, 13 de septiembre de 2011

Hay una luz que nunca se apaga

No siempre he tenido esta zona
media, aquí antes había más de
110 centímetros de grasa.
Otra vida, otro cuerpo.
Os escribo esta entrada justo después de terminar las traducciones de la parte americana de la revista IRON MAN. Sí, además de columnista y colaborador mensual del magazine me encargo del trabajo más oscuro. Si le sumo 5 horas diarias de traducciones durante 2 semanas a las 12 horas de trabajo diario como Entrenador Personal, podéis echar cuentas (y aún me queda un momento para reunirme con todos vosotros en este pequeño y cálido rinconcito de la red).

Confuncio decía: “Busca un trabajo que te guste y no trabajarás un solo día el resto de tu vida”.

La mayoría de vosotros no lo sabéis, pero no siempre me he dedicado a este mundo, he sido tapicero, instalador de sistemas de aires en yates de lujo con 16 años (suena mejor de lo que era, aunque disfrutaba por la simple compañía de mi jefe Sam, un irlandés al que debo gran parte de mi personalidad, además de mi conocimiento en Inglés) y finalmente fui Policía Local. No amaba ninguno de esos trabajos, y cada día era un trago obligatorio que pasar, lo admito, hubo una larga época de mi vida donde levantarme de la cama por la mañana era poco menos que una proeza. Sobretodo cuando ejercía de Policía Local, posiblemente la peor época de mi vida. No me habríais reconocido. Era la amargura hecha carne y huesos, y mucha, mucha grasa. Yo he llegado a pesar 100 kilos, y no precisamente de músculo. He sido un poli gordito e infeliz. Me hizo falta muchas agallas y una apuesta personal de Xisco Serra para dar un vuelco a mi vida, y a mi mentalidad.

Los que me conocen bien saben que hubo unos años donde me podía pasar todo el día durmiendo, perreando, comiendo y jugando a la playstation. Los que me conocen aún mejor saben de una parte de mi vida mucho más oscura.

Pues bien, con esto os quiero decir que nadie está condenado a tener que seguir una vida que no le llena, SIEMPRE podemos cambiar, como suelo decir “hay una luz que nunca se apaga”. Sólo tenéis que estar atentos a la oportunidad, y si no aparece, debéis crearla. Hoy un cliente con algún problema personal me ha dicho que ojalá pudiera robarme algo de mi cerebro, lejos de sentirme halagado le he dado un buen sermón. La fortaleza mental no viene de serie, se entrena como se entrena el pectoral o el bíceps, con constancia, aprendiendo de lo que se hace mal, a base de esfuerzo, lesiones, sufrimiento y capacidad de superación.

Es muy fácil decir “es que yo soy así”. NO. No caigáis en lo fácil y cobarde. La vida es vuestra y siempre tendréis la oportunidad de decidir qué hacer y cómo ser.

Soy el mismo de siempre, pero he tenido épocas de mi vida dónde mi verdadera personalidad estaba tan escondida que tengo la sensación de haber estado sumido en un sueño profundo durante muchos de mis 27 años de vida.

No consintáis pasar los mejores años de vuestra existencia durmiendo, vivid, no sólo existáis.

Joan Gallardo. Fuerza, Motivación e Inspiración.

Ahora sabréis de dónde saco la frase "Hay una luz que nunca se apaga". Obra de arte de la historia de la música.

domingo, 11 de septiembre de 2011

11-S

A veces no nos damos cuenta de la magnitud de los acontecimientos en su primer momento, a veces no nos damos cuenta hasta años después, también debo decir que hay personas que nunca son consciente de lo que realmente ocurre a su alrededor.

Casi me veo obligado a escribir estas líneas cuando hoy hace 10 años, en estos precisos momentos, dos aviones pilotados por islamistas extremistas colisionaban contra el World Trade Center. Otro se estrelló contra el Pentágono y el tercero cayó en medio de una llanura después de que la tripulación de dicho avión luchara contra los terroristas para desviar el aparato de la Casa Blanca o del Capitolio. Ese día murieron más de 3.000 personas inocentes, seres humanos, gente que en su mayoría iba a trabajar. Una vez leí un estudio que sugería que por cada persona que muere en circunstancias inesperadas, 300 personas con relación directa al fallecido experimentan alguno de los diferentes estados de dolor y sufrimiento, pues bien, 3.000x300=900.000 corazones rotos, eso, sumado a la difusión en los medios, millones y millones de almas quebradas. Yo tenía 17 años, y estaba viendo las noticias en directo cuando saltó la noticia. No era capaz de asimilarlo, mi padre, pasó por delante de la televisión y dijo “eso que es, ¿una película?”, yo, poseído ya por mi maldita labia, le dije “Sí, es el drama de la especie humana.” La rabia y el odio me inundaron. Deseaba matar a los terroristas con mis propias manos. Permanecí pegado a la pantalla durante horas, me obligué a ver la realidad, podría haber apagado la televisión, pero quise que mis sentimientos me hicieran madurar un poco más ese día.

Mi rostro permanecía pétreo, mis dientes rechinaban de rabia, hasta que mi rostro rompió en lágrimas en un momento clave, fue cuando la gente empezó a saltar al vacío. Y ya no pude contener el sollozo cuando vi saltar a una madre con su hijo en brazos… Ahora que dentro de un mes y medio voy a ser padre por primera vez, esa imagen se clava en lo más sensible de mi corazón. Jamás había visto tal gesto de amor y protección. Cada vez llegaban más imágenes, bomberos luchando como soldados en el frente de guerra, paramédicos al 120% de su capacidad humana, las torres gemelas desplomándose. Dicen que de un incendio arrasador siempre nace una bella flor. El espíritu de los neoyorkinos se elevó por encima del asesinato cobarde e indiscriminado de 3000 inocentes.

Más tarde, muchas cosas cambiaron, una guerra, política contaminada, hipocresía y ganas de vengarse. Yo las tenía, y las tengo aún, nunca nos podremos cobrar tanto dolor, siempre, poseeré ese odio dentro de mí hacia el terrorismo y deseo que sus fanáticos seguidores tengan una vida infeliz y una muerte lenta y dolorosa.

En la misa en recuerdo de nuestro querido Javi, el cura ha leído un versículo de la Biblia que decía: “hay que perdonar 7 veces 70”. Perdóname Dios, esta vez, deja que guarde mi rencor.

Lamento que hoy no sea una entrada al uso, sobre los temas que suelo tratar, pero ciertas cosas, se vuelven obligatorias, como el recuerdo hacia las víctimas del 11-S.

Descansen para siempre en paz. Joan Gallardo.

Eddie Vedder, líder de Pearl Jam, escribió esta canción pensando en los acontecimientos del 11-S.

sábado, 10 de septiembre de 2011

“Estabas creando una máquina perfecta”

Hoy me vais a permitir que escriba sobre un tema personal, mañana hará un año del fallecimiento de una de las personas más vitalistas, optimistas y alegres que he conocido en mi vida. Además, era, y es, el hermano de uno de mis mejores amigos.

Era la primera vez que alguien cercano a mí se marchaba antes de hora. Recuerdo que me llamo mi hermana, pude notar como el corazón se deslizaba a través de mi esófago hecho pedazos. No me lo podía creer, me sentía impotente, esa es la palabra, era la primera maldita vez que había un problema que no podía solucionar, sólo era capaz de llorar. En esos momentos nos reunimos todos, mis amigos, mi pareja, mi familia, todo el mundo estaba destrozado, todos se sorprendieron cuando me vieron llorar, poca gente lo ha visto, no me gusta.

Javi era además, cliente mío de entrenamiento personal, lo entrenaba una vez por semana, y quería “ponerse como yo, pero que si no es tanto, pues tampoco pasa nada”, tenía un corazón a la altura de su sonrisa perenne. La carretera se llevó un alma llena de luz para dejarnos con una mirada sombría y oscura. El día del funeral fue uno de los más difíciles de mi vida, antes de entrar me encontraba bien, sereno, pero cuando me senté en el banco pude ver a mi amigo Álvaro y a sus queridos padres, me derrumbé, sólo al recordarlo, mis ojos empiezan a empaparse mientras escribo esta odiosa entrada. Al pasar a dar el pésame, su padre me dijo “estabas creando una máquina perfecta”, yo no pude articular palabra pero pensé “No, tu hijo ya era una máquina perfecta con un espíritu perfecto”. El abrazo con mi amigo y sus padres es algo que no podré arrancar de lo más profundo de mi corazón ni en un millón de años, ni quiero.

Ya lo dicen, que Dios quiere cerca a los buenos, pues se llevó a uno de los mejores. Cuídanoslo bien por favor.

Joan Gallardo.


Javi, en el centro, siempre en nuestros corazones y recuerdos.



Esta entrada va dedicada a la memoria de Javier Sánchez quien nos dejó un 11 de Septiembre de 2010, un abrazo infinito a Álvaro y a sus amados padres.





lunes, 5 de septiembre de 2011

El Show Debe Continuar

Hoy, Freddy Mercury habría celebrado su 65 cumpleaños si Dios no hubiera decidido tenerlo cerca para escuchar su divina voz. Era un hombre fascinante, diría que era como un culturista de la música. Era todo pasión, espíritu de superación, un optimista nato, un perfeccionista y alguien que se entregaba en cuerpo y alma a su don.

Me apasiona este tipo de personas, en cierto modo, Freddy Mercury ha ido acompañando grandes momentos de mi vida. En uno de mis peores momentos, donde la pena me inundaba por algunos problemas personales que me empeñaba en hacer más grandes de lo que quizás eran, re-descubrí la canción “Show must go on”. Presté atención a la letra y descubrí una filosofía que desde entonces ha regido el día a día de mi vida. Líneas maravillosas como “mi alma está pintada como alas de mariposa, puedo volar amigos míos”, “mi corazón por dentro está hecho pedazos, mi maquillaje empieza a fallar, pero mi sonrisa siempre estará ahí” o “tengo que encontrar la voluntad para seguir adelante” han pasado a formar parte del ADN de mi alma y siempre me han ayudado a ver que nada es tan duro o doloroso como podemos creer, siempre hay un motivo para seguir adelante, con el show, con la vida.

Otros momentos acompañados con la voz del gran Mercury y la música de Queen, van ligados estrechamente a mi carrera culturista, el primero, mi primera participación en Alcudia, donde gané el trofeo al mejor posador con la gran canción Innuendo, al año siguiente mejoré la coreografía para volver a repetir título por segundo año consecutivo, de nuevo con Innuendo, como no va a transmitir sentimiento una canción que dice “Puedes ser cualquier cosa que desees, simplemente vuélvete en lo que estás pensando querer ser, eres libre, como el tiempo.”

Este año, Queen volverá a acompañarme muy de cerca. Hay tesoros en cada cosa superflua que podáis imaginar, una canción, una película, un libro, un anuncio, un paisaje… La pena es que no siempre estamos viviendo el mundo maravilloso que tenemos delante. Contestadme, y espero que no suene cursi: ¿Cuánto hace que no levantáis la mirada hacia las estrellas? Cómo es posible que haya personas que no miren más de vez en cuando el paisaje más alucinante que una retina humana es capaz de asimilar…

Buscad la magia, os moverá felizmente por la faz de la tierra, no hay más felicidad que vivir, no sólo existir.

Joan Gallardo. Motivación, fuerza e incoformismo.

Gracias Freddy, Happy Birthday.

Era imposible no rendirle homenaje a la mejor voz de la historia del Rock. En el video me podéis ver realizando la coreografia ganadora del Trofeo Ciutat d'Alcudia 2010. Innuendo, Queen.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Promesas

Dice mi película favorita: “Si te sirve de algo, nunca es demasiado tarde o, en mi caso, demasiado pronto para ser quien quieres ser. No hay límite en el tiempo. Empieza cuando quieras. Puedes cambiar o no hacerlo. No hay normas al respecto. De todo podemos sacar una lectura positiva o negativa.” (Por si tenéis curiosidad es de “El Curioso Caso de Benjamin Button”)
Por suerte, el ser humano siempre busca mejorar sus aptitudes, no todos lo logran, pero seguro que la mayoría ha tenido ese momento de análisis donde nos decimos “Tengo que conseguir un empleo mejor, tengo que ganar más dinero, tengo que ponerme en forma, tengo que encontrar pareja, tengo que ser más FELIZ.”
La lástima es que ese ejercicio suele quedarse en eso, una crítica cruel y despiadada a lo que ha sido nuestra vida hasta que pasados 10 minutos, nos olvidamos de todo y seguimos con nuestras cómodas vidas. La verdad es que puede ser más confortable conformarse, más fácil, y las personas siempre tendemos a buscar lo fácil, aunque no sea ahí donde reside la felicidad más profunda.
Hay algo peor que todo eso, querer mejorar sin esforzarse esperando que alguien nos ayude. Nos quejamos amargamente de que nadie hace nada por nosotros, incluso en lo más cotidiano de nuestras vidas; esperamos que nos dejen pasar cuando estamos en un paso de cebra, esperamos que alguien nos cuele en la fila del súper, esperamos que alguien nos llame ofreciéndonos el trabajo de nuestras vidas, esperamos que la chica perfecta nos pida el número de teléfono… y hablando sobre el mundo del fitness y el culturismo: esperamos que nuestros músculos se pongan a tope aguantando un birra con un brazo y el mando de la playstation en el otro (Curl de Sedentario se llama) y encima esperamos que las dos pizzas que nos acabamos de comer no nos engorden.
¿No sería mucho más accesible, lógico y motivador conseguir todas esas cosas por nosotros mismos?
¿Os habéis preguntado real y sinceramente que seríais capaces de hacer por vosotros mismos?
¿Cómo esperáis que alguien haga por vosotros lo que no haríais por vuestra propia voluntad?
Os falláis constantemente, sólo os tenéis a vosotros mismos, empezad a quereros mucho más y a empezar a conseguir por vosotros mismos lo que hasta ahora habíais esperado placentera y perezosamente.

Os propongo un juego. Elaborad una lista con 3 promesas que os haréis. Tienen que ser posibles, pero deben requerir cierto esfuerzo y sacrificio. Pueden ser sobre lo que queráis, pero desead cumplirlas, desead mejorar y no os volváis a fallar.
Nada sienta mejor que lo que uno consigue por su propio esfuerzo.
Os dejo algunos ejemplos:
-Me prometo ir 3 veces al gimnasio todas las semanas.
-Me prometo perder 10 kilos en medio año.
-Me prometo ser más simpático y generoso.
-Me prometo no beber alcohol los fines de semana.
-Me prometo ir a caminar 4 kilómetros cada día.
-Me prometo ayudar a otras personas.
-Me prometo dejar de fumar.
-Me prometo decir más “te quiero”.

Yo mientras tanto me prometo seguir intentando ayudar a las personas que me rodean a que el mundo parezca un lugar un poco más “prometedor”…
Un abrazo infinito. Joan Gallardo. Fuerza, motivación e incoformismo.