martes, 24 de abril de 2012

Cuando rendirse no es una opción.


A veces, los caminos nos pueden llevar a una dulce rendición, hablo de ese lugar donde termina nuestra capacidad, donde podemos decir bien orgullosos “hasta aquí, no me queda ni una gota más que dar”. No hay derrota aquí, hay consciencia de nuestro límite, y eso, no es para nada algo malo, de hecho, os puedo garantizar que será el germen de una futura victoria.

Sin embargo, en la mayoría de casos, ese brusco final en la historia se adelanta, es lo que llamamos, rendirnos.

Normalmente un problema serio tiene pocas soluciones, pero SIEMPRE, siempre las tiene, en el peor de los casos, existe una resolución, una forma de disolver nuestros quebraderos de cabeza. Y no hay más, la ecuación es muy sencilla: para resolver X hay que hacer Y. Ecuación cerrada.

Entonces nos damos cuenta de que para un gran problema necesitamos de una gran solución, de una gran fuerza de voluntad y de un gran esfuerzo. No creo que ninguna situación complicada en toda la historia de la humanidad se solucionara con un pequeño gesto, o dando una patada a una lata. No me imagino a Einstein formulando su teoría de la relatividad en 5 minutos mientras esperaba que empezara su programa favorito de radio.

En nuestro caso, lo tenemos claro, si una persona con sobrepeso desea verdadera y realmente dejar de tenerlo, deberá someterse a una reeducación nutricional y a un plan de ejercicio. NO HAY MÁS. Todas las vueltas que le queráis dar serán un bonito gesto de imaginación fantástica. Dejadlo ya, no hay productos mágicos, las braga-fajas son una capa de pintura verde en un césped con alopecia, la cirugía es cara y peligrosa, no podréis pasar el resto de la vida comiendo alcachofa únicamente y vuestro metabolismo no cambiará de la noche a la mañana.

Sólo un camino posible, si no estáis dispuestos, es que no lo deseáis con la suficiente fuerza, si preferís la comida en abundancia a convivir cada día a gusto con vuestro cuerpo, felicidades, habéis elegido qué vida vivir y yo, eso, lo respeto, a comer amigos.
La elección es vuestra, descubrid
dónde
se encuentra
vuestra fuente de felicidad.

Por otra parte, si ser socio activo de McDonalds sólo os procura 5 minutos de placer por cada 23’55 horas de desazón ante el espejo os tengo que decir que sólo una solución se presenta en el horizonte. Ya lo sabéis, nada de dietas milagros ni prisas, nada de querer arreglar en dos meses lo que hace toda una vida que estáis estropeando.

¿Os sobran 20 kilos y los queréis perder para el 1 de julio? Error.
¿Pensáis que en esa tienda que venden sustitutivos de comidas está la solución? Error.
¿“Pierde 12 kilos en 4 semanas sin ejercicio”? Error.
¿Qué conoces a una que tiene una amiga cuya hermana perdió 20 kilos sin hacer dieta ni ejercicio? Teletienda-error.

No os engañéis, de aquí sólo se sale remando, y se observa mucho mar por delante, pero si algo bueno os puedo decir, es que al final, hay tierra, hay una playa preciosa, llena de arena blanca y palmera que arrojan sombra. Vuestro paraíso.

Esta entrada va dedicada a mi mejor y más antigua clienta. Vamos Martí, ya conoces el camino, y te está esperando.

lunes, 16 de abril de 2012

Antes y Después II. Toni Perelló, Su Voluntad se volvió Realidad.


Hoy os traigo uno de esos casos muy especiales, la historia de un chico, muy joven, en muy mala forma, que vino con menos pretensiones que las que les prometimos en su primera consulta. ¿Qué quiero decir? Toni vino queriendo perder peso, nosotros le prometimos que su primer objetivo se quedaría pequeño cuando viera de lo que es capaz con trabajo, fuerza de voluntad y un poco de pasión.
Toni, antes de empezar su camino.

Desde el primer momento me sentí muy identificado con su caso, su situación me era familiar, simplemente porque donde él se encontraba ahora yo hacía años que había vivido. Pude ver mi antiguo problema de sobrepeso desde fuera, y sabiendo todo lo que aquello me aportó me volqué en Toni, me propuse que llegara a un punto de forma superlativo, perder un poco de peso no bastaba, este chico iba a vivir en un cuerpo que jamás podría haber soñado poseer.

No empezamos bien, después de la primera semana, engordó casi 1 kilo, en un glorioso intento por hacernos creer que lo había hecho todo bien nos vimos obligados a hacerle entender que el cuerpo humano es como la música, pura matemática, y que si había engordado un kilo es porque no había respetado los parámetros nutricionales que le habíamos marcado. Entendió al momento que aquí no había nada de fácil, que sólo su puro esfuerzo lo llevaría al éxito. Nada de engaños o de intentar hacerse amigo de la báscula. Como le dije bien clarito “tú puedes mentirme, pero la báscula es una jodida muy sincera.”

A partir de ese momento le obligué a presentarme semanalmente todo lo que había comido a cada hora. Entonces los kilos comenzaron a desaparecer, empezó con 87’5 para 1’74 de altura, al poco llegó a la barrera psicológica de los 80. Pude ver su duda, “es que alguna vez llegué cerca de ese peso y volví a recuperarlos en poco tiempo”. ¿A quién no le ha pasado? Ver que la báscula parece reírse de nosotros mostrándonos siempre el mismo peso hagamos lo que hagamos. En su piel vio como la única barrera que existe para el ser humano es la de la falta de confianza en uno mismo. “Si realmente lo quieres, lo conseguirás”, esa frase supuso un acicate en su propósito, 78 kg, 75 kg… De repente, mientras entrenábamos le dije, “hoy vamos a echarte un vistazo sin camiseta”. No me lo creía yo, menos él, “¿eso parecen tus abdominales no?” le dije con cierta sorna. Para Toni, ver un amago de zona media era poco menos que un milagro, su  cintura era de las más rebeldes que había visto nunca, mucha piel, mucha grasa y mucha retención de líquidos. El típico caso de alguien que cree que es imposible que todo eso llegue a irse. Una vez más, aquí lo único imposible es el propio término, imposible pensar en imposibles, imposible.

Toni, tras su primera y dura semana.
87'5 kilos.
Hoy Toni pesa 72’5 kilos, 15 menos en 6 meses. Luce con orgullo un cuerpo trabajado, duro como la roca, con una cintura minúscula con unos abdominales que parecen pelotas de golf engarzadas. Su satisfacción es nuestro orgullo. Su mirada agradecida es nuestra mirada realizada.

Toni, 72'5 kilos. Su esfuerzo ha convertido un sueño
imposible en su realidad.
Enhorabuena Toni, clientes como tú hacen que adoremos nuestro trabajo. De Xisco Serra y un servidor, Joan Gallardo. Un abrazo.



Joan Gallardo. Fuerza, Motivación e Inconformismo.

lunes, 9 de abril de 2012

¿Estudiando la felicidad?


Hoy empieza el II Congreso Internacional de la Felicidad, ah, patrocinado por Coca-Cola, muy bien. En él, varios expertos, como Punset y el mismísimo asesor del Dalai Lama ofrecerán las claves de la felicidad. Vamos, que pronto harán un congreso para decirnos qué es estar enamorado, deprimido o motivado.

Algo tan individual y subjetivo como la felicidad de cada uno no puede ni explicarse ni enseñarse. Y menos bajo la sombra de una multinacional llena de multimillonarios felices.

Yo opino que cada uno debe ser consciente de dónde se encuentran sus necesidades emocionales, sin que ningún experto o ninguna conferencia pueda daros “trucos” o “pistas” para encontrar esa felicidad.

En nuestro caso, podríamos hablar del aspecto físico, ¿aporta felicidad el aspecto físico? La estadística dice que sí. Y desde mi experiencia, puedo afirmar que así es. No conozco ni un solo cliente que haya cambiado su envoltorio corporal y no se mostrara más contento, orgulloso, seguro, realizado... esperad, que esos son varios de los ingredientes de la felicidad.
 
El cuerpo puede ser el catalizador, el proyector de nuestro interior. Algunos de nuestros clientes en el XS Fitness Club han encontrado trabajo por su nueva mejor apariencia, varios han encontrado pareja y muchísimos se han reconciliado con su cuerpo. No, no me llaméis superficial, simplemente no soy hipócrita. Puede que estos ya fueran enormemente valiosos antes de cambiar, pero ya sabemos lo que vale la primera impresión en esta vida.

Todos curioseamos para saber quién se baja de un gran coche o quién vive en esa casa majestuosa. La verdad es que es más sencillo gastarse 2000€ en embellecer nuestro coche que invertir esfuerzo y sacrificio para mejorar nuestra apariencia.

Puede que vuestra felicidad empiece por gustaros, por ser un buen amigo de vuestro cuerpo, por conseguir eso que suelen llamar “una gran autoestima”, quizás al lograrlo os encontréis igual de vacíos que antes, pero en todo caso, la felicidad empieza en la búsqueda de la misma.

Un abrazo amigos.

Joan Gallardo. Fuerza, Motivación e Inconformismo.

lunes, 26 de marzo de 2012

Luchar y luchar y luchar y luchar y luchar y luchar…


“Hay que luchar y seguir luchando aunque sólo sea previsible la derrota”
-Mao Zedong.

Dejando de lado posibles tintes bélicos esta cita supone la declaración perfecta del estilo de vida que cada ser humano debería adquirir como propia.

Normalmente sólo luchamos por algo si creemos firmemente que vamos a conseguir la victoria, si observamos un atisbo de derrota en el horizonte puede que ni tan siquiera nos prestemos a la batalla. Error.

No puedo evitar emocionarme cuando veo una carrera de atletismo de larga distancia. Veréis cómo siempre hay una corredora que se rezaga del resto, se ve que llegará la última a varias decenas de segundos que la campeona. Aún así, entrará esprintando a la meta. Mucha gente diría “si yo soy ella me retiro, total, no va a ganar y lo sabe desde el segundo 30 de carrera”. Que levante la mano quien no haya pensado así nunca. Pues os diré que esa es realmente la lucha que importa, la que tiene consigo misma, esa es su deuda, su pelea y no existe nada más valioso que dar lo mejor que cada uno tiene dentro, aunque sepas que no vas a ganar.
No hay mayor inspiración que la
auto-superación.
OS LO DEBÉIS.

Las derrotas son el germen de futuras victorias.

¿Habéis tropezado alguna vez con una piedra en mitad de la calle? ¿Cuál es el paso que disteis que os hizo tropezar? ¿El que precedió el tropiezo o el primer paso que lanzasteis a la calle?

No sabemos dónde puede gestarse la derrota, pero sí dónde se forman las victorias.

Se acerca el verano, hay tiempo, pero puede que sea muy absurdo negar la evidencia de que este verano no sea el vuestro. No os desaniméis, si en vuestra mente sólo aparece el verbo “luchar”, este verano puede ser el riego del próximo.

Olvidaos de fechas, estaciones y momentos, que cada día sea una contienda luchada y ganada, al final no habrá resquicios para el fracaso.

Joan Gallardo. Fuerza, Motivación e Inconformismo. 

lunes, 5 de marzo de 2012

Monotonía y Debacle.


“Cuando la rutina nos golpea,
las ambiciones de desploman.”

Este extracto de Love will tear us apart  de Joy Division explica con bastante claridad lo que sucede cuando la monotonía y la rutina se adueñan de nuestras vidas. Es algo que podemos aplicar al amor, al trabajo, a nuestras relaciones y como no, a nuestros propósitos, en nuestro caso, en nuestro objetivo hacia un cuerpo más saludable y que catalice todo nuestro potencial interior.

Aunque cierto es que yo mismo disfruto de ciertas rutinas diarias, intento siempre aportar algo diferente a cada día de mi vida. Nunca practico el mismo entrenamiento, nunca como igual y siempre intento variar las pautas pre y post-entrenamiento. Hablo de algo tan sencillo como cambiar el orden de los ejercicios, el número de repeticiones por serie o incluso el descanso entre series. Existen mil parámetros que me permiten huir de la monotonía, hasta puedo cambiar la música de fondo durante mi entrenamiento para que mis últimas series coincidan con algún temazo rockero que catapulte mi depósito de reserva.

Si algo os puedo asegurar desde mi punto de vista como Entrenador Personal es que como rocéis por un momento el aburrimiento y la falta de pasión en lo que hacéis, entraréis en una dinámica negativa que terminará en debacle sin remedio. Es necesario provocar y buscar cambios casi constantemente para que nuestra motivación se mantenga siempre en su máximo nivel.

En mi trabajo es importante observar cuando un cliente entra en esa espiral. De repente la pérdida de peso se ralentiza, pasan de perder 900 gramos por semana a perder 500. Admiten que empiezan a cansarse, muy contentos pero se empiezan a cansar. En estos momentos yo hago lo siguiente:

-¿Cuál es tu comida favorita?
-¿Para qué? Si de todas formas no podré comerlo….
-¿Cuál es tu comida favorita?
- El helado.
- Tras cada entrenamiento te comerás un helado, un Magnum. Es una obligación, parte de la dieta.

La semana siguiente, se suben a la báscula y… magia. 1 kilo menos. Es el encanto de la motivación. Pensando que si no hay entreno no hay helado, suelen entrenar un par de días más por semana, y al saber que “pecan” una vez al día, se controlan más el resto del día. Fácil, a veces, menos es más.

A continuación os ofrezco una serie de consejos para escapar del maldito remolino de la monotonía:

-Si os aburrís en la sala de pesas, pedid un cambio de entrenamiento a vuestro Personal Trainer.
Puedo conseguir lo que
ME PROPONGA
-Si no tenéis contratados los servicios de un entrenador, elaborad una tabla semanal con los ejercicios que más os gustan, el rango de repeticiones que más os place hacer y la duración que queráis, aunque el entrenamiento dure 20 minutos. Siempre es mejor 10 minutos a tope que 1 hora al 50%.
-Preparaos una lista de vuestras canciones favoritas en el mp3 para motivaros en vuestro entrenamiento.
-Buscad un compañero de entrenamiento. Es importante que lo elijáis bien, no se trata de entrenar con el futuro campeón del mundo ni con vuestro compi de cañas. Buscad alguien agradable y de vuestro nivel, espolearos el uno al otro.
-Preparad una “ceremonia” pre y post-entreno. Id a hacer un buen café antes, y tomaros vuestro batido post-entrenamiento con tiempo y tranquilidad, sentados mientras leéis la prensa del día o alguna revista especializada.
-Id a entrenar a una hora diferente.
-Pedid un cambio en vuestra dieta, a veces un pequeño cambio cambiará radicalmente vuestro día a día.
-Haced un resumen diario de vuestros actos. Reflexionad y puntuad vuestro nivel de sacrificio, quizás descubráis dónde y cómo ejecutar un cambio urgente.

Hay muchos más, pero creo que ya tenéis un par de armas nuevas para seguir en pie de guerra con total capacidad. Recordad que no hay nada más poderoso que una mentalidad fuerte y con determinación.

Si uno cree en si mismo no hay dificultad imposible, si no retos apetecibles.

Un abrazo muy fuerte a todos los que esperáis cada lunes una nueva entrada. Sois mi motivación y mi deseo de seguir escribiendo.

Joan Gallardo. Fuerza, Motivación e Inconformismo. 

“Cuando la rutina nos golpea,
las ambiciones de desploman.”

lunes, 27 de febrero de 2012

¿Y si…?


¿Y si resulta que tenéis el peor metabolismo de la historia?
¿Y si resulta que simplemente, estáis predestinados a cargar con la carga del sobrepeso sobre vuestras vidas?
¿Y si resulta que, como lleváis años diciendo, no tenéis nada de fuerza de voluntad?
¿Y si resulta que es cierto que el componente hereditario, en vuestro caso, es insalvable?
¿Y si resulta que, inevitablemente, la vida os empuja a comer para olvidaros de vuestros problemas?
¿Y si resulta que sólo la comida os hace felices?
¿Y si resulta que no hay nada que hacer?
¿Y si resulta que nacisteis sin abdominales?
¿Y si resulta que es verdad que a vosotros “os engorda” todo?

Vaya…menudo panorama. No sabría qué hacer, ni qué deciros. Muchas adversidades para un proyecto tan grande. Parece ser imposible ver la luz entre tanta penumbra. Pero…

¿Y si resulta que vuestro cuerpo funciona fisiológicamente casi igual que, por ejemplo, el mío?
¿Y si resulta que os digo que el metabolismo puede acelerarse de igual forma que puede ralentizarse?
¿Y si resulta que la fuerza de voluntad no es más que una habilidad que puede entrenarse, y ergo, mejorar?
¿Y si os digo que mi padre pesaba 55 kilos a los 24 años?
¿Y si resulta que la vida es demasiado bonita como para que la comida sea lo único que puede mejorarla?
¿Y si resulta que la comida es sólo gasolina?
¿Y si resulta que aún no lo habéis intentado realmente ni una sola vez en vuestra vida?
¿Y si resulta que vuestros abdominales están en el banquillo deseando salir a jugar?
¿Y si resulta que, sin ninguna duda, tenéis el potencial?

¿Y si resulta que esto es la vida y que sólo vosotros, por suerte, tenéis el control sobre ella?

¿Y si resulta que vuestra mente, posee el control de vuestro cuerpo y sois realmente capaces de llegar donde queráis?

¿Y si resulta que la vida siempre nos da la opción de luchar…?

¿Y si resulta que la vida es maravillosa…?

Controlad vuestra mente, disfrutad de vuestro cuerpo.

Joan Gallardo. Fuerza, Motivación e Inconformismo.

martes, 21 de febrero de 2012

Una roca en mitad del camino, ¿Salto o me doy de lleno? Parte II.


En esta segunda parte de los “fallos repetidos”, veremos una serie de conductas que no pocas veces han acabado en el abandono del cliente. Se centran en la terrible habilidad del ser humano para crearse excusas y auto-engañarse.

En el despacho del XS Fitness Club me han llegado a jurar por sus hijos que no se habían saltado la dieta después de haber engordado 1,5 kgs en una semana. Yo mismo me he llegado a  jugar mi ajado coche contra un cliente que prometía haberlo hecho todo bien y que finalmente confesó no haber hecho ni un solo día completo de dieta estricta. En compañía de mi jefe y mejor amigo Xisco Serra hemos visto de todo, conocemos todas las excusas posibles, y aún así hay personas que piensan que poseen la original. Pues no, las he oído todas. Personalmente me hace mucho más feliz que me digan “mira Joan, no he cumplido, pero a partir de hoy me voy a esforzar al 100%”. Algo que se repite en los clientes que han logrado los cambios físicos más espectaculares es la sinceridad. Cuando una mujer se despoja de pretextos y admite su presente y su realidad, puede lograr el físico que desee. Lo mismo sucede con los hombres, los que han dado la cara entrenamiento tras entrenamiento han logrado el cuerpo que no podrían ni soñar no ha mucho tiempo.

Tristemente hemos adquirido la rara y poco sana costumbre de sacudirnos las culpas como quién se quita una mota de polvo de la chaqueta. Vivimos en una sociedad en la que si un profesor castiga a un alumno, el padre del mismo se planta en su despacho para amenazarlo de muerte, o incluso para agredirle. Aparcamos en lugares prohibidos y nos comemos al policía que nos multa. Salimos a la calle y si llueve maldecimos al cielo.

Veamos dichas conductas, seguro que os veis reflejados en ellas. Lo sé porque he pasado por ahí. Nadie nace con una fuerza de voluntad perfecta:


-Saber perder: El enfado de un cliente que no consigue el resultado deseado sólo es comparable al nivel de su justificación. Mi trabajo es muy sencillo desde el punto de vista teórico: calorías + tipo de alimento + gasto calórico= éxito. Lo difícil es conseguir que dichos clientes se apliquen al 100%. Pero claro está, cuando alguien paga por algo, sobreentiende que todo debería ser más fácil, o en otras palabras, tener un entrenador personal no asegura el éxito, es más sencillo, pero yo sólo ofrezco la mejor pala y el mejor pico, no voy a construir la casa. Siempre que perdamos alguna partida del juego de la vida, deberíamos aceptar nuestra derrota y aprender de ella. Es lo que llaman experiencia. Experiencia es aprender, no vivir.

-Falta de un buen Motivo: Un gran error, en este mundo se suelen necesitar grandes motivos para lograr grandes cosas. Debéis encontrar algo por lo que moveros antes de echar a andar. Da igual la fuente. Un buen motivo puede ser lograr descubrir esos abdominales que jamás habéis logrado ver. Dar celos a vuestra ex puede ser un gran acicate. Que el guaperas de turno se fije en vosotras puede lograr que la cinta de andar haga más kilómetros que nunca. No importa. Siempre digo que “el fin justifica el motivo, no el medio”, casi como Maquiavelo.

-Pérdida de la Perspectiva: Un punto importantísimo, vital. Jamás debemos perder la perspectiva, no ayuda nunca. He visto como hombres que sólo medio año atrás portaban un sobrepeso de 20 kilos se quejaban de que los abdominales inferiores se resistían a salir. Es como el empresario que pasa de ganar 6000€ a ganar 4000€ en plena crisis, y se queja. Hay que aprender a mirar la vida desde lejos, con una amplia visión, donde podamos ver claramente el pasado, el presente y el futuro inmediato. ¿Quién no firma perder 15 kilos en un año? ¿Cualquiera verdad? Pues la verdad es que después de pocas semanas, mis clientes desean perderlos en un par de meses. Es lo que tiene descubrir la facilidad y sencillez del camino, que provoca impaciencia y ganas de correr. Recordad de dónde venís, dónde estáis y dónde se encuentra vuestra meta.

Ahora ya conocéis los mayores errores en el mundo del fitness y el bienestar. Sin duda debería ser más sencillo conociendo qué no conviene hacer. Ahora sí, ya sabemos que el humano es el único animal capaz de tropezar 2 veces en la misma piedra. Pensamiento optimista, el ser humano es capaz de tropezarse una y otra vez con la misma piedra.

Prestad atención al siguiente vídeo, además de inspirador, carga de esperanza y de amor. No apto para lacrimógenos.

Joan Gallardo. Fuerza, Motivación e Inconformismo.

lunes, 13 de febrero de 2012

Una roca en mitad del camino, ¿Salto o me doy de lleno? Parte I.


¿Hubiera sido Hércules el heroico Hércules sin los leones, los tigres, los bandidos y demás escollos de los que libró a la tierra? ¿Habría servido de algo sus musculosos brazos, paciencia absoluta o determinación imponente?
La vida nos suele pedir que hagamos uso de nuestras mejores habilidades, es la forma en la que al final podremos decir: “He luchado toda mi vida por lo que tengo.” No existen batallas ganadas desde el sofá de casa. Si así fuera, ¿qué valor tendría? No existe el mérito sin lucha. No hay victoria donde no hay dificultad. No hay día sin noche.

A lo largo de mi experiencia como Entrenador Personal, he podido observar una serie de conductas negativas que se repiten una y otra vez en mis clientes, es lo que yo llamo, “Fallos repetidos”. Por muy diferentes que sean las personas, suelen coincidir en dichos “fallos”. Para que os sirva de ayuda y sepáis que todo tiene solución y que no sois una excepción. Voy a comentarlos uno a uno:

-Pereza: En este punto es donde os remito a la entrada “Piloto automático”. Hablo largo y tendido sobre ello. Observo, muy a mi pesar, como la pereza suele invadir las mentes de mis clientes a poco que el entorno se vuelve ligeramente adverso, “es que no tenía pollo en casa, así que me pedí una pizza”. Con ir a hacer la compra antes de llegar a casa habría sido suficiente. “Es que llovía y no pude ir al gimnasio”. No estamos en el Amazonas, existe un invento milagroso de alta tecnología llamado paraguas que suele ir bien en estas condiciones, tan extremas.

Lo único que debéis hacer cuando la pereza esté a punto de convertir vuestras posaderas en sacos de plomo es moveros, eliminar de raíz ese mal pensamiento, ir al gimnasio casi en el mismo instante en el que estáis pensando en no ir, empezar a cocinar lo que os toca para cenar cuando sintáis el deseo de llamar a Telepizza. Si lo pensáis, en realidad no es un ejercicio nuevo para vosotros, lo hacemos a diario. Pensad cuando tenéis ganas de estrangular a esa maleducada que siempre se cuela en la cola del súper… y no lo hacéis (espero).

-Impaciencia: Vamos con otro error estrella, la impaciencia es, sin duda, una mala compañera de viaje. Muchas veces he visto potencial desaprovechado donde la paciencia habría obrado milagros. Jamás creo que sea capaz de aprender un idioma que no he hablado en 27 años en un mes, parece un pensamiento bastante lógico. Pues bien, muchos de mis clientes quieren perder en uno o dos meses los kilos de grasa que llevan acumulando varios años. La impaciencia sólo consigue difuminar la realidad, desanimar y hacer que nuestro camino se convierta en tortuoso donde podría existir un placentero viaje hacia la auto-superación.

-La gula: Pecado capital incluso, como la pereza. Desde hace siglos que tienen claro que no es algo bueno. Sin embargo, vamos a ser cabezones, que eso si que es algo que nunca pasa de moda. En este punto la ecuación se vuelve muy sencilla: El problema número 1 de mis clientes es su sobrepeso, que viene dado en su mayoría por unos hábitos nutricionales del todo indeseables; frituras, grasas, hidratos en exceso y sobre todo, el dulce. Me parece cuanto menos irónico que el causante del sobrepeso de mis clientes sea el denominador común de sus rendiciones. Es decir: “Mi sobrepeso se debe a que como muchos dulces. Odio mi sobrepeso. Hoy no tengo ganas de hacer dieta. Voy a comer dulces.” ¿No lo pilláis? “Estoy harto de que me duela la mano de los martillazos que me doy en el trabajo. Hoy no quiero ir con cuidado con el martillo. Voy a darme un par de golpes con el martillo.” Caemos una y otra vez en conductas nocivas para todos los aspectos de nuestras vidas. Odiamos nuestro peso pero lo agravamos para sentirnos mejor por un breve espacio de tiempo (lo que tardamos en perder el sabor en la boca) para sentirnos mucho peor después. Culpable, triste, rendido, desanimado, débil. ¿Otro bocadito de pastel?

En la próxima entrada seguiremos desgranando los errores que hacen que un gran objetivo se convierte en un titánico fracaso. De momento sabéis que si nos deshacemos de la pereza, de la impaciencia y de la gula todos nos irá un poquito mejor.

¿Estáis sacando lo mejor de vosotros mismos?

Joan Gallardo. Fuerza, Motivación e Inconformismo.

lunes, 6 de febrero de 2012

Vivir Fuertemente


A veces me pregunto qué separa el fracaso del éxito. ¿Es una pequeña línea la que separa dos palabras tan cruelmente opuestas? ¿O más bien se trata de una serie de circunstancias concretas llevadas a cabo a lo largo de mucho tiempo? Prefiero pensar que la segunda pregunta abarca más respuestas, me niego a pensar que el fracaso y el éxito sean parientes cercanos.

Muchas veces nadamos entre la mediocridad pensando que un pequeño cambio conseguirá poner el timón rumbo hacia cotas más altas, hacia una vida mejor. Creo que en algún momento de mi renegado pasado llegué a pensar así, o peor. Confiamos en el “efecto mariposa”, un pequeño vuelo de una mariposa puede provocar un huracán en la otra punta del mundo. Bueno, yo opino que esta mariposa sufre de egolatría.

No, no  puede ser. Quiero pensar que cualquier cosa buena que nos suceda es la consecuencia de nuestros actos y esfuerzos. Lo quiero así porque dándole la vuelta a la frase podré ver que si aúno actos + esfuerzo algo bueno deberá sucederme.

En ocasiones, os confesaré, mi paciencia irrita. Mi tranquilidad sigue parsimoniosa incluso en los malos momentos. Siempre que me enfrento a una situación complicada me obligo a pensar: “vale, no pasa nada, si me encuentro en esta tesitura es porque algo en algo muy bueno tiene que desembocar.” Hasta ahora, SIEMPRE, he tenido razón. Si en alguna de esas situaciones hubiera empezado a encabritarme o a ponerme nervioso, el destino me habría dado la espalda. Si  ante una situación negativa, mostramos una actitud igual, el resultado será terrible. No puedo evitar aplicar la lógica más simplista a esta ecuación. Si alguien me da una bofetada y yo le doy otra, seremos dos personas magulladas. Fatal.

Si Lance Armstrong, ganador de 7 Tours de Francia consecutivos,(por cierto su apellido quiere decir “brazo fuerte”) no hubiera reunido la fuerza necesaria para superar  un terrible cáncer de testículos a los 25 años que se extendió como un Conquistador en pulmones y cerebro habría muerto. Y ni el mejor médico, oncólogo o cirujano del mundo le habrían salvado. No sobrevivió por la medicina, su esperanza y positividad lograron darle la razón a ese fantástico término llamado “FE”.

Leí hace unos años una entrevista con el cirujano que le operó, dijo lo siguiente: “Le dije a Lance que tenía un 40% de posibilidades de vivir, le mentí, sólo quería darle esperanzas porque podía ver que su vida pendía de ellas. En realidad nunca he visto a nadie sobrevivir a una metástasis múltiple como la que sufrió él.”

El alma, el corazón, la fuerza interior y la mente dominan nuestro vano envoltorio. Si siento que puedo lograr algo, es que puedo hacerlo. Si vosotros deseáis algo con la suficiente fuerza y deseo, podéis empezar a darlo por hecho. No existe un deseo fuerte sin una gran disposición al esfuerzo para conseguirlo. Si alguna vez no habéis puesto el esfuerzo necesario en algo, es porque seguramente, no lo deseabais con la suficiente vehemencia.

Ya queda menos para que termine el frío, queda mucho pero un día menos.

“La risa es el Sol que ahuyenta el Invierno de los rostros de las personas”
-Victor Hugo

Sonreíd por favor.

Aunque no seáis inglés. El idioma del amor es universal, y este vídeo rebosa de amor.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Una Auto-Derrota


Leí una vez a un escritor decir que no había necesidad, por grande que pareciera, que justificara inventar una excusa:
 "Tus amigos no las necesitan y tus enemigos no las van a creer de todas maneras, entonces para que darlas."

Sólo hay algo peor, darse una excusa a uno mismo.

Ahora que la ola de frío nos dejará una blanca tarjeta de visita, veo venir otra ola, la de las excusas.

“Es que hace mucho frío para ir al gimnasio.”
“Es que en casa se está mejor.”
“Es que me puedo constipar.”
“Es que puedo patinar y caerme en la calle.”
“Es que ese copo de nieve malvado va derecho a mi ojo y podría quemarme la córnea.”

Vaya, y todas parecen buenas, ¿verdad? Una excusa es una conversación con nuestra mente en la que simplemente estamos deseando rendirnos.

Abdicar ante la excusa es como escupir hacia arriba, un tiro en el pie, un beso en el espejo.

Sólo vosotros tenéis la capacidad para renunciar a ellas, para sobreponer vuestra capacidad de acción y vuestra fuerza de voluntad. No esperéis que un discurso motivador haga milagros, no. Sería como dar capas de pintura sobre un coche oxidado.

No hay nada peor que la auto-rendición por naturaleza. Muchas veces he oído decir “Yo soy así, no puedo controlarlo ni hacer anda al respecto.” Qué rabia, qué mentira. La excusa es cómoda y ofrece una calidez helada. Falsa.

Cada vez que abráis el paraguas de la comodidad estaréis perdiendo lo más preciado de la vida, el tiempo. Cada día que no actuéis será un día menos en la búsqueda de la felicidad absoluta. Y no sólo hablo de la consecución del físico de vuestros sueños, va más allá, hablo de la vida y de todas las cosas que valen la pena. Porque debéis tenerlo claro, las cosas realmente importantes de la vida requieren un gran esfuerzo, para conseguirlas, y sobre todo, para mantenerlas.

Un helado abrazo.

Joan  Gallardo. Fuerza, Motivación e Inconformismo.
"Come on now, you knew you were lost,

but you carried on, anyway"

"Vamos, sabías que estabas perdido,
pero seguiste adelante de todas formas"

jueves, 26 de enero de 2012

Ahora nunca es tarde, por siempre.


Hoy es 26 de enero, quedan 5 meses y una semana aproximadamente para que el mes de Julio invada nuestros rutinarios retales del frío invierno.

Las matemáticas nunca han sido mi fuerte, pero reconozco que dentro de mis posibilidades las utilizo bastante bien. De aquí a julio caben 22 semanas, parece una eternidad. Para los que odiamos el frío, es una odisea. 

Muchas veces vemos imposibles donde la impaciencia reina. Suelo decirles a mis clientes que fácilmente pueden perder 20 kilos antes del verano, a razón de kilo por semana. No suena difícil, y aún menos si bajamos ese número a 650 gramos por semana, unos 14’5 kilos. ¿Nunca pensaríamos en ir al banco para pedir un beneficio inmediato de nuestros ahorros verdad? En la llamada “operación bikini” (como odio ese término) encuentro varias similitudes con los planes de ahorro. Veamos:

Si uno invierte más, seguramente recogerá más beneficios. Entonces, si uno se esfuerza más en el gimnasio y es disciplinado con su plan nutricional, antes conseguirá sus objetivos. Qué fácil es todo visto desde el prisma del tiempo y la paciencia.

No me canso de hablar con mis clientes, porque sé que una palabra a veces es más efectiva que 3 series de sentadilla. Estas fechas son las idóneas para empezar a mirar 5 hojas del calendario más adelante. No queda mucho pero sobra tiempo. Tiempo para cumplir el deseo de muchísima gente. Conseguir el envoltorio tan anhelado es sólo cuestión de tiempo y paciencia. Superad la condición humana de dejarlo todo para el final. Venced la pereza. 

Entre mis clientes tengo 4 casos que me motivan muchísimo, aunque me duela reconocerlo, más que otros, y os voy a contar su progresión, no daré nombres ni pesos actuales, pero sí que os daré información de sus caminos para que les robéis algo de su motivación. Recordad, en la consecución de un sueño, no importa de qué fuente obtengáis la motivación, al final, será algo trivial.

Cliente Nº 1: Objetivo: Perder 27 kilos.
Cliente Nº 1: Objetivo: Perder 32 kilos. 
Cliente Nº 1: Objetivo: Perder 20 kilos. 
Cliente Nº 1: Objetivo: Perder 16 kilos.

Adquiero un compromiso con todo lo que hago, con mi trabajo, con mi familia, con mis amigos y con mis clientes. Me propongo actuar con amor, pasión y corazón, con generosidad absoluta y sin esperar nada a cambio. 

Este verano va a ser el mejor de vuestras vidas. No existirá la frase “bueno, el año que viene lo volveré a intentar”. No, no lo intentéis, hacedlo. Os lo debéis.

“Una sucesión de pequeñas voluntades consigue un gran resultado.”
-Charles Baudelaire. 

Joan Gallardo. Fuerza, Motivación e Inconformismo. 
El show debe continuar. Encontrad la forma de seguir adelante.




sábado, 21 de enero de 2012

Y eso que nos avisaba...

Odio el invierno, no lo soporto. Pero este año hemos dado con un invierno que se resiste a descansar sobre nuestras cabezas, desde la ventana del XS Fitness Club, y cuando no son ni las 10 de la mañana, puedo ver un cielo sin una nube y un Sol apretando bíceps. Nos avisa. Os advierte que, quizás, es el momento de empezar a cuidarse después de las andanzas y desventuras navideñas.
Normalmente el frío del invierno nos sepulta sobre infinitas capas de ropa, e inconscientemente nos despreocupamos en cierto modo de nuestro estado de forma. Pero este año, por lo menos desde mi amada Mallorca, el invierno no para de decirnos “cuidadito, que me voy a ir de aquí dejando una gran primavera y unas prisas más grandes aún”. Creo que puedo oír su carcajada.

Este verano podría ser el que paseéis el cuerpo que siempre habíais soñado. No hace mucho que una clienta me admitió que jamás había utilizado bikini a sus treinta-e-indiscretos entre ojos llorosos. En estas confesiones es cuando amo mi trabajo y me esfuerzo aún más si cabe. Me lo tomo como algo personal. Le he prometido que este verano se comprará el primer bikini de su vida, y mis promesas son más fuertes que mi corazón.

Yo he vivido la decepción de querer estar en forma para el verano, rendirme y no pisar la playa en todo el verano. Con lo que yo te quiero y lo poco que me esforcé por ti. Lo siento muchísimo. No dejéis que os suceda de nuevo. La vida siempre da nuevas oportunidades en forma de calendario imparable.

Ayer fue un día muy bonito para mi, una clienta muy apreciada me dijo que se había podido comprar un par de botas de caña alta por primera vez desde hacía muchísimos años. Antes simplemente no se las podía poner. Superficial o no, yo pude ver más allá de la simple compra, puede ver una cuenta saldada con el pasado, puede ver un premio, una gratitud con su persona. Una forma de pedirse perdón, “perdóname, te he tenido muchos años abandonado”.

La vida es preciosa, corta y coge una velocidad abrumadora en los mejores años de nuestra vida. Cargadlos de buenos recuerdos, y como dice la gran película ¿Conoces a Joe Black?: “Al terminar, con suerte, podremos llevarnos un bonito retrato”.

Joan Gallardo. Fuerza, Motivación e Inconformismo.

jueves, 19 de enero de 2012

¿Qué hago yo aquí?

“Me gustaría que todo se quedara como hasta ahora, mantenerlo todo en su sitio como últimamente.”
Es el miedo de perder algo que es nuestro, un momento, una situación, una persona o un status. He escuchado esta frase salir de las bocas de gente a la que aprecio últimamente, me alegro de que me transmitan esa alegría mezclada con temor, me hace sentir alguien en quien confiar. Sin embargo, no puedo dejar de pensar en ello, no quiero que piensen que sus buenos momentos son fruto de la casualidad, que no son más que una buena alineación de planetas y circunstancias que han hecho que todo se componga correctamente, como un castillo de naipes que se desmorona, pero al revés.

Los buenos momentos no son fruto de la casualidad, son la consecuencia de nuestros actos, en ocasiones, de pequeños detalles, pero ni tan siquiera los pequeños gestos son fruto de la suerte o la aleatoriedad. A veces basta con una pequeña sonrisa en el momento adecuado, o una mirada cómplice en la tesitura adecuada para que la bola de nieve empiece a rodar colina abajo.

A veces me gusta hacer un poco de retrospectiva desde el punto en el que me encuentro. Os aconsejo este ejercicio interior, es muy sencillo, recordad la última cosa buena que os sucedió y empezad a caminar sobre los pasos que os llevaron hasta él, veréis como la chispa que encendió la mecha puede que fuera algo de lo más insignificante, lo que muchos llaman “una tontería”. Pues bien, jamás infravaloréis las cosas pequeñas de la vida, recordad que nunca podréis llenar un frasco de piedras grandes, sólo podréis colmarlo con diminutos trozos de ellas.

Un fuerte abrazo.
Joan Gallardo. Fuerza, Motivación e Inconformismo.
Change the world. Eric Clapton.