martes, 20 de septiembre de 2011

Sed Justos.

De todos los atributos y rasgos que puede poseer el ser humano, el sentido de la justicia es, en mi opinión, el más importante, el más global, el camino a seguir en la vida, Justicia.

Pocas sensaciones nos entristecen más que un acto injusto hacia nuestra persona. Creo que todos recordamos ese momento, donde entre lágrimas nos lamentábamos de algo injusto balbuceando un quebrado “no es justo, no es justo”. La amargura que nos provoca una injusticia es algo que no tiene comparación, es la mezcla de la impotencia y la angustia sazonada con ácida amargura.

Os voy a contar un cuento…

Un día, un niño entra en la oficina de su padre, donde la secretaria le recibe. El chico, debe pedir permiso para entrar a ver a su padre. La secretaria, a través del interfono, le dice al padre que su hijo espera, por el altavoz se escucha un hastiado “Bueno, que pase, rápido.”

El chico entra con cara triste, antes de que pueda coge asiento, el padre, sin levantarse de su silla, le dice:

-¿Qué pasa? ¿No la habrás liado en el cole no?
-No papá, es el abuelo.
-¿Qué demonios le pasa ahora? No creo que sea grave, si no me habrían llamado del asilo.
-No le ha pasado nada, simplemente me ha dicho que tiene frío ahí, pide por favor que le compremos una estufa.
-¿Una estufa? He estado en el asilo y hace buena temperatura,             que no se queje tanto, que me estoy partiendo el lomo para que esté en esa residencia que me cobra un dineral cada mes.
-Papá, acabo de estar con él, y hace frío, además, el abuelo es mayor y casi no puede moverse, es normal que tenga frío.
-¡Ni hablar! Que se la compren los del asilo que para eso les pago. Cómprasela tú de tu paga si tanto te importa.

El niño sin decir ni una palabra más, sale del despacho con los ojos empapados, pero con los dientes apretados.

Al llegar a casa, el padre observa al chico sentado en una alfombra con una manta en una mano y unas grandes tijeras en la otra, ya ha cortado un gran pedazo. El padre le dice:

-¡Pero qué demonios estás haciendo!
-Se llama anticipación.
-¿Anticipación? ¿Qué estás diciendo?
-Sí papá, me estoy anticipando al futuro, estoy cortando media manta para el abuelo, necesito la otra media.
-¿Para ti?
-No papá, la otra media manta es para ti cuando te hagas mayor.

La justicia debería ser el combustible que moviera el motor del mundo, no sólo en las grandes cosas como los gobiernos, mercado bursátil, energía o en las guerras. Todos podemos empezar a ser justos en nuestras acciones en nuestro día a día, en cómo tratamos a lo demás y en cómo nos tratamos a nosotros mismos.

El gran Víctor Hugo siempre decía que es fácil ser bueno, que lo complicado es ser JUSTO.

Joan Gallardo. Fuerza, motivación e inconformismo.

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