lunes, 26 de mayo de 2014

El Destino Es Un Pez Mojado.

Uno no llega a su camino sin haber andado otros antes. Así de claro. Ya sea por gatuna curiosidad, por errores propios o por inevitables leches de la vida, parece ser imposible atinar con nuestro destino a la primera. El destino es como ese primer pez que pescamos de niño, lo cazamos antes de lo que nos creíamos, tiramos fuerte de él hasta que viene oliendo a plato caliente, le quitamos el anzuelo mientras lo cogemos con las manos para hacernos la foto, pero precisamente es al apretarlo fuerte cuando se nos escurre de nuevo dirección al mar. El destino es un pez mojado.

Entonces te quedas con tu caña vacía y piensas en el pez que ya no tienes, en lo que te habías esforzado, la suerte que habías tenido y finalmente en las lombrices que te quedan en el húmedo serrín de la cajetilla.

Ninguna te parece mejor que el pez que ya tenías sujeto entre los dedos. Algunos se irían a casa, algunos volverían a tirar la caña y otros simplemente se quedan sentados mirando el mar a ver si el pescado huidizo vuelve a asomar la cabeza, como si lanzarse hacia el mar a buscarlo fuese una opción válida.

Tú que lees ahora lo ves claro: a seguir pescando, ¿no?. Pues muchos no lo ven así cuando hablamos de la vida. Y, amigo, te digo yo que la vida es así. Pase lo que pase siempre tienes caminos, opciones llenas de matices para ir a por ellas. Y quizás debería tranquilizarte el hecho de que, al final, no importa lo bueno que te pareciera lo que ya tenías, porque si no tenía que ser tuyo... simplemente no valía la pena estrujarlo tanto.



Joan Gallardo. Fuerza, Motivación e Inconformismo.

jueves, 22 de mayo de 2014

Contextos.

¿Cómo olerías una rosa en medio de un campo de margaritas? ¿Sería fácil?
¿Cómo olerías una margarita en una pocilga? ¿Sería fácil?

Si lo piensas empezarás a pensar en cuántas veces el contexto superó a la circunstancia alterando cualquier realidad que pudiera surgir. ¿Si gasto 900 euros de los 1000 que gano soy más pobre que el rico que gasta 999900 euros de los 100000 que gana?

No eres una máquina ajena a la situación del momento sin embargo te analizas como si de un programa de ordenador se tratara. Te castigas por no seguir tu dieta a raja-tabla la misma semana que han operado a tu padre a pecho descubierto o te criticas por no haber entrenado lo suficiente en la última semana de exámenes del año. ¿En serio?

La perfección no significa progreso.

Supongamos que el contexto sólo te permite dar un 80% del total pensado y tú llegas al 100% de ese 80%, ¿te consideras perdedor o vencedor? La mayor parte de las veces que queremos superar las circunstancias acabamos siendo una de ellas viendo reducido aún más nuestro margen de éxito.

Estoy harto de Súper Héroes, los verdaderos Titanes son aquellos que entienden, asumen y aceptan el contexto y aún así, estrujan el 100% del mismo.

Joan Gallardo. Fuerza, Motivación e Inconformismo.