lunes, 26 de marzo de 2012

Luchar y luchar y luchar y luchar y luchar y luchar…


“Hay que luchar y seguir luchando aunque sólo sea previsible la derrota”
-Mao Zedong.

Dejando de lado posibles tintes bélicos esta cita supone la declaración perfecta del estilo de vida que cada ser humano debería adquirir como propia.

Normalmente sólo luchamos por algo si creemos firmemente que vamos a conseguir la victoria, si observamos un atisbo de derrota en el horizonte puede que ni tan siquiera nos prestemos a la batalla. Error.

No puedo evitar emocionarme cuando veo una carrera de atletismo de larga distancia. Veréis cómo siempre hay una corredora que se rezaga del resto, se ve que llegará la última a varias decenas de segundos que la campeona. Aún así, entrará esprintando a la meta. Mucha gente diría “si yo soy ella me retiro, total, no va a ganar y lo sabe desde el segundo 30 de carrera”. Que levante la mano quien no haya pensado así nunca. Pues os diré que esa es realmente la lucha que importa, la que tiene consigo misma, esa es su deuda, su pelea y no existe nada más valioso que dar lo mejor que cada uno tiene dentro, aunque sepas que no vas a ganar.
No hay mayor inspiración que la
auto-superación.
OS LO DEBÉIS.

Las derrotas son el germen de futuras victorias.

¿Habéis tropezado alguna vez con una piedra en mitad de la calle? ¿Cuál es el paso que disteis que os hizo tropezar? ¿El que precedió el tropiezo o el primer paso que lanzasteis a la calle?

No sabemos dónde puede gestarse la derrota, pero sí dónde se forman las victorias.

Se acerca el verano, hay tiempo, pero puede que sea muy absurdo negar la evidencia de que este verano no sea el vuestro. No os desaniméis, si en vuestra mente sólo aparece el verbo “luchar”, este verano puede ser el riego del próximo.

Olvidaos de fechas, estaciones y momentos, que cada día sea una contienda luchada y ganada, al final no habrá resquicios para el fracaso.

Joan Gallardo. Fuerza, Motivación e Inconformismo. 

lunes, 5 de marzo de 2012

Monotonía y Debacle.


“Cuando la rutina nos golpea,
las ambiciones de desploman.”

Este extracto de Love will tear us apart  de Joy Division explica con bastante claridad lo que sucede cuando la monotonía y la rutina se adueñan de nuestras vidas. Es algo que podemos aplicar al amor, al trabajo, a nuestras relaciones y como no, a nuestros propósitos, en nuestro caso, en nuestro objetivo hacia un cuerpo más saludable y que catalice todo nuestro potencial interior.

Aunque cierto es que yo mismo disfruto de ciertas rutinas diarias, intento siempre aportar algo diferente a cada día de mi vida. Nunca practico el mismo entrenamiento, nunca como igual y siempre intento variar las pautas pre y post-entrenamiento. Hablo de algo tan sencillo como cambiar el orden de los ejercicios, el número de repeticiones por serie o incluso el descanso entre series. Existen mil parámetros que me permiten huir de la monotonía, hasta puedo cambiar la música de fondo durante mi entrenamiento para que mis últimas series coincidan con algún temazo rockero que catapulte mi depósito de reserva.

Si algo os puedo asegurar desde mi punto de vista como Entrenador Personal es que como rocéis por un momento el aburrimiento y la falta de pasión en lo que hacéis, entraréis en una dinámica negativa que terminará en debacle sin remedio. Es necesario provocar y buscar cambios casi constantemente para que nuestra motivación se mantenga siempre en su máximo nivel.

En mi trabajo es importante observar cuando un cliente entra en esa espiral. De repente la pérdida de peso se ralentiza, pasan de perder 900 gramos por semana a perder 500. Admiten que empiezan a cansarse, muy contentos pero se empiezan a cansar. En estos momentos yo hago lo siguiente:

-¿Cuál es tu comida favorita?
-¿Para qué? Si de todas formas no podré comerlo….
-¿Cuál es tu comida favorita?
- El helado.
- Tras cada entrenamiento te comerás un helado, un Magnum. Es una obligación, parte de la dieta.

La semana siguiente, se suben a la báscula y… magia. 1 kilo menos. Es el encanto de la motivación. Pensando que si no hay entreno no hay helado, suelen entrenar un par de días más por semana, y al saber que “pecan” una vez al día, se controlan más el resto del día. Fácil, a veces, menos es más.

A continuación os ofrezco una serie de consejos para escapar del maldito remolino de la monotonía:

-Si os aburrís en la sala de pesas, pedid un cambio de entrenamiento a vuestro Personal Trainer.
Puedo conseguir lo que
ME PROPONGA
-Si no tenéis contratados los servicios de un entrenador, elaborad una tabla semanal con los ejercicios que más os gustan, el rango de repeticiones que más os place hacer y la duración que queráis, aunque el entrenamiento dure 20 minutos. Siempre es mejor 10 minutos a tope que 1 hora al 50%.
-Preparaos una lista de vuestras canciones favoritas en el mp3 para motivaros en vuestro entrenamiento.
-Buscad un compañero de entrenamiento. Es importante que lo elijáis bien, no se trata de entrenar con el futuro campeón del mundo ni con vuestro compi de cañas. Buscad alguien agradable y de vuestro nivel, espolearos el uno al otro.
-Preparad una “ceremonia” pre y post-entreno. Id a hacer un buen café antes, y tomaros vuestro batido post-entrenamiento con tiempo y tranquilidad, sentados mientras leéis la prensa del día o alguna revista especializada.
-Id a entrenar a una hora diferente.
-Pedid un cambio en vuestra dieta, a veces un pequeño cambio cambiará radicalmente vuestro día a día.
-Haced un resumen diario de vuestros actos. Reflexionad y puntuad vuestro nivel de sacrificio, quizás descubráis dónde y cómo ejecutar un cambio urgente.

Hay muchos más, pero creo que ya tenéis un par de armas nuevas para seguir en pie de guerra con total capacidad. Recordad que no hay nada más poderoso que una mentalidad fuerte y con determinación.

Si uno cree en si mismo no hay dificultad imposible, si no retos apetecibles.

Un abrazo muy fuerte a todos los que esperáis cada lunes una nueva entrada. Sois mi motivación y mi deseo de seguir escribiendo.

Joan Gallardo. Fuerza, Motivación e Inconformismo. 

“Cuando la rutina nos golpea,
las ambiciones de desploman.”