miércoles, 31 de agosto de 2011

Problemas Relativos y El Presente.


Os agradezco de corazón
vuestro seguimiento

¿Os habéis preguntado nunca qué es un problema de verdad? Es un ejercicio de auto-honestidad brutal, porque seguramente, nos daremos cuenta de que no tenemos derecho a quejarnos de muchas cosas…
Una querida persona me dijo una vez que sólo se empezaría a preocupar cuando no fuera capaz de llenar la nevera de comida. Cuánta razón.
Hay una realidad que dice que los problemas son todo lo graves que queremos que sean. Hay una línea de dolor real, inevitable y casi obligado diría yo (ni yo ni nadie deseamos ser máquinas sin sentimientos, un corazón que duele es un corazón que funciona, no lo olvidéis), pero todo lo que se eleve por encima de ese dolor razonable es producto de nuestro pensamiento.
A veces me pasa que siento cierta pereza antes de entrenar, sobretodo los días de espalda y pierna, entonces me doy un guantazo mental y me doy cuenta de lo afortunado que soy de poder tener esa duda, podría estar postrado en una silla de ruedas, tener una enfermedad grave o simplemente vivir en uno de los muchos países donde se lucha a muerte por un cubo de agua. ¿Exagerado? Razonable y cierto.
Tendemos a torturarnos por dos cosas por las que no podemos hacer prácticamente nada. La primera es el arrepentimiento del pasado, la segunda, la incertidumbre del futuro. No nos damos cuenta de que el pasado es historia inamovible y el futuro es un misterio inimaginable, por lo que, yo por lo menos, doy gracias a Dios por el presente. Me gusta cuando me doy cuenta de que la vida es el presente inmediato, y que centrándome en la felicidad del día de hoy, y mañana en el de mañana, seré feliz para siempre.
La vida es un continuo presente gracias al presente continuo.
Sed buenas personas, ayudad, sonreíd, sentid y amad, tendréis el privilegio de no pensar en el futuro, todo irá bien.
Creo que ya estoy divagando.
Joan Gallardo. Motivación, fuerza e incoformismo.

lunes, 29 de agosto de 2011

Obstáculos

Sabréis qué clase de personas sois si os planteáis la siguiente hipótesis, imaginad que llegáis a una camino con dos desvíos, uno de los dos caminos es absolutamente llano, un poco cuesta abajo diría, el otro, tiene un grieta en el suelo de dos metros de largo que saltar, un pequeño muro que trepar y un riachuelo que atravesar. Yo tiraría por la pista americana “silvestre”, otros irían a por lo fácil. No pasa nada, es totalmente lícito buscar el camino fácil, y no se trata de querer rizar el rizo siempre o de coger cierto morbo masoquista, no, se trata de saber encarar las adversidades, los obstáculos y los problemas y darles solución sin agobiarnos ni temblar por ello.
Sin Miedo e Irrompible.
Durante toda mi vida me he tenido que enfrentar a decisiones y circunstancias difíciles, algunas hasta desagradables, jamás dejé que pudieran conmigo, el pensamiento a realizar fue fácil: “si me hundo yo, se hunde todo, nada debe poder conmigo, no tengo miedo y soy irrompible.” Tengo esas últimas palabras tan grabadas a fuego en mi alma y corazón que no me quedó más remedio que tatuármelas para el resto de mi vida.
No tengáis miedo nunca, no existe ni un solo problema que no tenga solución, pero lo que tengo claro es que preocuparse es tan efectivo como intentar resolver una ecuación a martillazos.
Sentiros importantes, porque lo sois.
Elevad vuestro yo interior, sentiros guapos y guapas, porque lo sois, y que ninguna maldita revista os demuestre lo contrario.
Quereos, porque sois lo más grande que tenéis.
Cuidaos, porque vuestro cuerpo lo merece y vuestro cerebro lo agradece.
Moveos, porque vuestro cuerpo os devolverá el esfuerzo en forma de orgullo, felicidad y bienestar.
Reíd, porque la vida es maravillosa.
Sed valientes, porque no hay obstáculo insalvable.
Sois irrompibles y no tenéis miedo.

Joan Gallardo. Motivación, fuerza e inconformismo.

martes, 23 de agosto de 2011

¿Por qué entrenáis?


Enseñando la sentadilla a un buen cliente.

Cada persona debe encontrar su motivación donde sea, pero me planteo seriamente qué razones mueven a la gente, que motivos mueven el mundo. Os lo diré así de claro: La mayoría de personas entrenan para ligar más, punto. No me parece mal, todos queremos encontrar “el amor”, y obviamente es más sencillo dar con él si tenemos una buena tarjeta de presentación, no nos engañemos, el interior no se ve desde fuera. Pero donde me asalta la discusión interna es cuando me pregunto si realmente es una razón válida para dar con los huesos en el gimnasio. No creo que nadie que entrene para ligar acabe nunca sabiendo cuál es el fin de la vida, ser feliz con uno mismo.
Yo entreno por mi trabajo, porque me encanta la competición y porque me hace feliz. Nunca he entrenado para tener más éxito con las mujeres ni nunca lo haría. Algún cliente me ha comentado en los últimos tiempos si se liga más teniendo un buen cuerpo, mi respuesta sincera fue. “Ligas más con tías que valen mucho menos la pena.”
Entrenad porque os hace sentir mejor, es la base, si os sentís cómodos con vuestro cuerpo, lo transmitiréis, y eso gustará. Todo se trata de cómo nos sentimos con nosotros mismos. El entrenamiento con pesas os proporcionará una serie de beneficios propicios para la mejor evolución personal, estoy seguro de ello, y es así porque lo he vivido en mi piel, y lo he visto en cientos de clientes que han pasado por mis manos. Determinación, confianza, seguridad, aumento de la fuerza de voluntad y de la auto-estima son sólo algunos de los aspectos que veréis mejorados, y justamente son de los más importantes, creedme.
Yo sé lo que es hablar con miedo a que no te escuchen, y también sé lo que es hablar y que todo el mundo se ponga a pensar “ahora Joan está a punto de decir algo...a ver…”. La gente que me conoce habla de mi seguridad, fuerza de voluntad, inconformismo, ambición y auto-estima. Pues bien, no nací con ni una sola de esas aptitudes, las he tenido que entrenar y mejorar hasta colocarlas en mi tarjeta de presentación personal.
Nadie nace con unas aptitudes perfectas para salir al mundo y tener éxito en todas las facetas de la vida, nosotros mismos seremos los encargados de saber qué necesitamos mejorar para conseguir todo aquello capaz de ofrecernos un gramo de felicidad. Pero tened claro una cosa, si no existe un motivo suficiente, el resultado será deficiente.
Fuerza, Motivación e inconformismo.
Un abrazo a todos, Joan Gallardo.

sábado, 20 de agosto de 2011

Elegimos Quién Ser y Qué Vida Vivir.

La vida es dura. Seguramente lo sea, pero por eso precisamente puede ser maravillosa. Imaginad un mundo donde la gente lo tiene todo sin el menor esfuerzo, sería horrible, no existirían las personas especiales. No existiría la fuerza de voluntad ni el espíritu de superación.
La vida puede ser como queramos. Si queréis que sea una mierda, os aseguro que lo será. Si queréis que sea maravillosa, lo será de igual forma. Decía una gran película algo así como “Unas veces te comes al oso, y otras…” La vida puede ser una devoradora compulsiva de sentimientos. Si no sois fuertes y mantenéis siempre vuestro corazón y cerebro aunados en una misma fuerza navegaréis sin rumbo en una travesía que es, ciertamente, maravillosa.
Siempre hay motivos para no levantarse de la cama, para no ir a entrenar, casi diría que para no ir ni a trabajar. Pero ni uno solo de ellos aportará jamás ni una milmillonésima parte de la felicidad que supone levantarse ante las adversidades y afrontar la vida con la fuerza de mil robles.
No puedo imaginar cada situación personal que hace que todo se ponga cuesta arriba, pero estoy seguro que ese sentimiento no mejora su abdicamos ante él. Cualquier cosa es mejor que lamentarse ante las circunstancias de la vida. Es mejor salir a correr, ir a entrenar, a nadar a la playa, a jugar a tenis, a montar en bici o si me apuráis, es mejor jugar a fútbol en la consola antes que quedarse sentado en una esquina de la casa pensando “que mierda de vida”. Recordad: Será la mierda que queráis que sea.
La vida es maravillosa.
Fuerza, motivación e inconformismo. Joan Gallardo.
Un abrazo muy fuerte.
pd: Este video fue rodado durante una de las peores semanas de mi vida. Mi sonrisa sigue viva, y lo hará siempre. Siempre hay una luz que no se apaga.

martes, 16 de agosto de 2011

¿Felices o Haciendo Feliz a la Gente?

“¿Has encontrado la felicidad en tu vida? ¿Has aportado felicidad a la vida de los demás?”
Me encontraba prácticamente dormido, había entrenado pierna como un animal y estaba destrozado, serían las once de la noche y el ventilador no daba más de sí. No estaba ni mirando la tele, pero escuché esta frase salida de la boca de Morgan Freeman hacia Jack Nicholson. Me propuse contestar a las dos preguntas en mi cabeza. En un ejercicio de honestidad brutal, pude darme cuenta de que creo que he aportado más felicidad de la que he encontrado, siempre he pensado antes en la gente que quiero que en mi mismo. Y cuando he podido pensar sólo en mí, me he sentido egoísta. Creo que he hecho felices a muchas personas, por ejemplo, a todos los clientes que de alguna manera han visto como su calidad de vida mejoraba. Recuerdo un hombre de unos 30 años que tenía que casarse, pesaba 94 kilos, se casaba en 6 meses. Al final se casó con 76 kilos y me invitó tanto a la boda como a la cena del día anterior con sus amigos de toda la vida. Creo que me adueñé ciertamente de su sonrisa, pensé “esa cara es en parte mía, su felicidad es mía.”
Reconozco que te sientes alguien, como si hubieras dejado una impronta en las vidas de esas personas. A mí me han llegado a pagar un fin de semana en Barcelona para ver el Barça-Real Madrid. Era un cliente de 6 días a la semana, llegamos a tener tanta confianza que salíamos juntos de juerga (cuando toca, toca).
Me asalta a veces la duda, “¿Qué pasaría si fuera más egoísta y pensara más en mi?” Lo he pensado muchas veces, si me haría eso más feliz. Mi respuesta sincera es que NO, me considero una persona muy querida, los que llegan a conocerme me cogen un cariño terrible, es algo que noto, siento y valoro de corazón. Aunque suene algo truculento, ocasionalmente pienso en cómo sería mi funeral si mañana muriera. Y la verdad, odiaría que alguien soltara una lágrima, me gustaría que todo el mundo estuviera feliz, porque así es como yo me iría, feliz y tranquilo, creo que ya he vivido muchas anécdotas como para que alguien las cuenta y todo el mundo se ría.

Que la fiesta no pare, esto no ha hecho más que empezar, pero por favor, con una sonrisa en la boca.

Motivación, fuerza e inconformismo. Joan Gallardo.

viernes, 12 de agosto de 2011

Todo el mundo debería entrenar...

Todo el mundo debería entrenar. Me suele venir a la cabeza ese pensamiento cada día, entreno a unos 7 clientes al día de media, y veo como sus ojos se llenan de fuego y sus dientes se aprietan como placas tectónicas. La mayoría de ellos son gente sin un potencial superior, ni una fuerza de voluntad titánica, pero cuando se ponen en mis manos, sacan lo mejor de ellos, cada uno a su nivel, pero siempre al 100%. No puedo evitar pensar "Si mantuvieran este nivel el resto del día de sus vidas...el mundo sería un lugar  mejor."

No siempre es fácil, se suele necesitar de una persona fuerte al lado que te anime a superarte, pero me consuela pensar que puede que mis clientes hayan visto mejorados aspectos externos de sus vidas. Que así como agarran con fuerza una mancuerna, agarran de igual manera sus vidas y se enfrentan a ellas como quien se enfrenta a una serie de sentadilla con 150 kilos.

Ayer, una clienta de 17 años me mostraba orgullosa una foto del día antes de contratarme y una de hace dos días, en apenas un mes y medio, 8 kilos menos de grasa y muchos kilates de calidad de vida y felicidad. ¿Superficial? Su sonrisa no lo era. Todo el mundo debería entrenar.

Fuerza, motivación e incoformismo. Joan Gallardo.


Foto: Juan Antonio Cabrera después de un entrenamiento de campeón.

jueves, 11 de agosto de 2011

Feliz Cumpleaños Viejo Amigo

Pues resulta que hoy cumplo 27 años. La verdad es que no me importa demasiado, me siento mejor hoy que cuando cumplí 18, o 22 aunque ya no los recuerde. Si hago un repaso mental de lo que han sido estos 27 años de vida, siempre podré decir que me siento orgulloso de mis actos y feliz por haber crecido como un hombre honesto, honrado y querido por los míos. Porque, al final, eso es lo que quiero llevarme a la tumba, toneladas de amor y una gran sonrisa, como la que conocéis de mí. Sólo el amor mueve el mundo.

Amad, con todas las fuerzas y que lo demás os de igual.

Un abrazo muy fuerte. Joan Gallardo.