¿Hubiera sido Hércules el
heroico Hércules sin los leones, los tigres, los bandidos y demás escollos de
los que libró a la tierra? ¿Habría servido de algo sus musculosos brazos,
paciencia absoluta o determinación imponente?
La vida nos suele pedir que hagamos
uso de nuestras mejores habilidades, es la forma en la que al final podremos
decir: “He luchado toda mi vida por lo que tengo.” No existen batallas ganadas
desde el sofá de casa. Si así fuera, ¿qué valor tendría? No existe el mérito
sin lucha. No hay victoria donde no hay dificultad. No hay día sin noche.
A lo largo de mi experiencia como
Entrenador Personal, he podido observar una serie de conductas negativas que se
repiten una y otra vez en mis clientes, es lo que yo llamo, “Fallos repetidos”.
Por muy diferentes que sean las personas, suelen coincidir en dichos “fallos”.
Para que os sirva de ayuda y sepáis que todo tiene solución y que no sois una
excepción. Voy a comentarlos uno a uno:
-Pereza: En este punto es
donde os remito a la entrada “Piloto automático”. Hablo largo y tendido sobre
ello. Observo, muy a mi pesar, como la pereza suele invadir las mentes de mis
clientes a poco que el entorno se vuelve ligeramente adverso, “es que no tenía
pollo en casa, así que me pedí una pizza”. Con ir a hacer la compra antes de
llegar a casa habría sido suficiente. “Es que llovía y no pude ir al gimnasio”.
No estamos en el Amazonas, existe un invento milagroso de alta tecnología
llamado paraguas que suele ir bien en estas condiciones, tan extremas.
Lo único que debéis hacer cuando la
pereza esté a punto de convertir vuestras posaderas en sacos de plomo es
moveros, eliminar de raíz ese mal pensamiento, ir al gimnasio casi en el mismo
instante en el que estáis pensando en no ir, empezar a cocinar lo que os toca
para cenar cuando sintáis el deseo de llamar a Telepizza. Si lo pensáis, en
realidad no es un ejercicio nuevo para vosotros, lo hacemos a diario. Pensad
cuando tenéis ganas de estrangular a esa maleducada que siempre se cuela en la
cola del súper… y no lo hacéis (espero).
-Impaciencia: Vamos con
otro error estrella, la impaciencia es, sin duda, una mala compañera de viaje.
Muchas veces he visto potencial desaprovechado donde la paciencia habría obrado
milagros. Jamás creo que sea capaz de aprender un idioma que no he hablado en
27 años en un mes, parece un pensamiento bastante lógico. Pues bien, muchos de
mis clientes quieren perder en uno o dos meses los kilos de grasa que llevan
acumulando varios años. La impaciencia sólo consigue difuminar la realidad,
desanimar y hacer que nuestro camino se convierta en tortuoso donde podría
existir un placentero viaje hacia la auto-superación.
-La gula: Pecado capital
incluso, como la pereza. Desde hace siglos que tienen claro que no es algo
bueno. Sin embargo, vamos a ser cabezones, que eso si que es algo que nunca pasa
de moda. En este punto la ecuación se vuelve muy sencilla: El problema número 1
de mis clientes es su sobrepeso, que viene dado en su mayoría por unos hábitos
nutricionales del todo indeseables; frituras, grasas, hidratos en exceso y
sobre todo, el dulce. Me parece cuanto menos irónico que el causante del
sobrepeso de mis clientes sea el denominador común de sus rendiciones. Es
decir: “Mi sobrepeso se debe a que como muchos dulces. Odio mi sobrepeso. Hoy
no tengo ganas de hacer dieta. Voy a comer dulces.” ¿No lo pilláis? “Estoy
harto de que me duela la mano de los martillazos que me doy en el trabajo. Hoy
no quiero ir con cuidado con el martillo. Voy a darme un par de golpes con el
martillo.” Caemos una y otra vez en conductas nocivas para todos los aspectos
de nuestras vidas. Odiamos nuestro peso pero lo agravamos para sentirnos mejor
por un breve espacio de tiempo (lo que tardamos en perder el sabor en la boca)
para sentirnos mucho peor después. Culpable, triste, rendido, desanimado,
débil. ¿Otro bocadito de pastel?
En la próxima entrada seguiremos
desgranando los errores que hacen que un gran objetivo se convierte en un titánico
fracaso. De momento sabéis que si nos deshacemos de la pereza, de la impaciencia y de la gula todos nos irá un
poquito mejor.
¿Estáis sacando lo mejor de vosotros mismos?
Joan Gallardo. Fuerza, Motivación e
Inconformismo.
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